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El presidente de los Estados Unidos finalmente entra en una batalla comercial con Brasil. Luego de tantas críticas por parte de Lula, Trump sube a escena a Brasil y ahora deberá soportar la presión política…
Aplastante arancel
Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca, Lula se cansó de criticarlo. El presidente brasileño cuestionó todas sus decisiones: desde los aranceles aplicados hasta la posición tomada en los diferentes conflictos internacionales. Sin embargo, Donald Trump nunca tuvo una respuesta directa para con Brasil, siempre se terminó ocupando de otros países y dándole importancia a otras cuestiones. Sin embargo, eso se acabó.
A través de un comunicado de Casa Blanca, Trump informó: “A partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a Brasil un arancel del 50 por ciento sobre todos y cada uno de los productos brasileños enviados a los Estados Unidos, separado de todos los aranceles sectoriales. Las mercancías transbordadas para evadir este arancel del 50% estarán sujetas a ese arancel más alto”.
“Conocí y traté con el ex presidente Jair Bolsonaro, y lo respetaba mucho, al igual que la mayoría de los otros líderes de países. La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato. Basta de cacería de brujas”, detalló Trump.
“Espero que comprenda que el número del 50 por ciento es mucho menos de lo que se necesita para tener el campo de juego nivelado que debemos tener con su país. Y es necesario contar con esto para rectificar las graves injusticias del régimen actual. Si usted (Lula) desea abrir sus hasta ahora cerrados Mercados Comerciales a los Estados Unidos, y eliminar sus políticas arancelarias y no arancelarias y barreras comerciales, tal vez consideremos un ajuste a esta carta…”, sentenció Trump.
Respuesta de Lula
Y como era de esperarse, Lula salió en llamas a responderle a Trump. El líder brasileño ahora tiene fuertes presiones porque deberá resolver esa situación comercial: “El proceso judicial contra Jair Bolsonaro y el resto de acusados, entre los que se encuentran varios antiguos ministros y militares de alto rango, es de exclusiva responsabilidad de la Justicia brasileña y, por tanto, no está sujeto a ningún tipo de interferencia o amenaza que viole la independencia de los poderes”.
En esa misma línea, Lula agregó: “Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser controladas por nadie. Cualquier medida de elevación unilateral de tarifas será respondida a la luz de la Ley de Reciprocidad Económica de Brasil…”.
“El respeto y la defensa intransigente de los intereses del pueblo brasileño son los valores que guían nuestra relación con el mundo”, apuntó Lula en el final de su comunicado.
Presión sobre Lula
De forma inmediata, la presión sobre Lula se instaló. La Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil pidió entablar diálogos con Trump para reducir esos aranceles. “Una ruptura de esta relación causaría un daño significativo a nuestra economía. Por lo tanto, para el sector productivo, lo más importante ahora es intensificar las negociaciones y el diálogo para revertir esta decisión”, afirmó el presidente de la CNI, Ricardo Alban.