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Después de un semestre con altos niveles de incertidumbre e inestabilidad ante la deriva arancelaria de Donald Trump, algunos indicadores finalmente señalan que la economía no está creciendo. Sin embargo, aún no se observan señales de estancamiento o contracción. Con un magro crecimiento, ¿qué podemos esperar para el bienestar de la población, para la creación de empleo, en medio del avance de la consolidación fiscal?, la meta que se fijó la presidenta Claudia Sheinbaum para mantener a salvo el equilibrio de las finanzas públicas.
Para la mayor parte de los analistas, sin embargo, la discusión si la economía se encuentra o no en recesión ya resulta irrelevante porque el impacto ya estaría aquí, de acuerdo con lo que muestran los indicadores de empleo formal ante el IMSS. Al cierre de junio, la creación de empleos se habría estancado luego de dos meses de caída. Otros analistas opinan que, ante el escaso crecimiento de la economía y la incertidumbre, muchos empresarios han decidido contratar trabajadores fuera del IMSS para compensar costos dada la transformación e incremento del Salario de Cotización Base (SCB) ante el organismo tripartita.
Mientras tanto, las exportaciones de autos aumentan 14% y la masa salarial aumenta más allá del promedio para retener a los perfiles más competitivos a quienes sí se les mantiene en la base de empleos formales registrados ante el IMSS.
Sobre la marcha del enrarecido ambiente que vive la economía, la directora general de la organización México ¿cómo vamos?, Sofía Ramírez, asegura que no es momento de optimismo porque algunos indicadores ofrecen pocas señales de que el crecimiento pueda retomarse en el corto plazo.
Para empezar, dice Sofía Ramírez, tenemos los datos de inversión que, si bien se acercan al 24% del PIB, hemos visto ya varios trimestres de contracción.
“Lo que más preocupa desde mi punto de vista es la reducción de la inversión privada ya por lo menos dos trimestres de contracción al hilo en la inversión privada, porque es el 90% de la inversión y la inversión es el motor de la economía y sin inversión la creación de empleo es empleo de poca calidad o al revés, para que haya empleo de calidad necesitamos inversión y claramente el consumo privado se beneficia de manera directa de la calidad del empleo”, asegura la experta.
Y continúa: “Si bien es cierto que seguimos teniendo todavía lecturas positivas en el incremento de la masa salarial, en el incremento salarial de las personas por arriba de la inflación, lo que sí vemos ya es un tamaño de mercado laboral que se está contrayendo, es decir, menos personas están trabajando o buscando trabajo”.
Las razones para ello pueden estar en distintos lugares: “Vemos que hay menor cantidad de personas que trabajan o buscan trabajo en la parte inicial de la vida laboral, es decir, entre 15 y 19. Si eso se traduce de manera directa en mayor escolaridad, pues bienvenido sea el caso, sin embargo, pues las cifras que nos refleja, digamos en la postpandemia, pues no necesariamente nos dan suficiente alegría como para ser particularmente optimistas en ese rubro”.
Así, el otro gran grupo de personas que no consigue empleo son personas adultas mayores, que ya no debieran estar trabajando por la edad, por su situación personal, pues simplemente porque han trabajado a lo largo de su vida y ya no están en condiciones de hacerlo, pero que tienen la necesidad de seguir trabajando.
La directora de México ¿cómo vamos? refiere que existe preocupación en torno a otro grupo de personas que se está retirando de la búsqueda de empleo.
Es un grupo de personas que todavía se encuentra en edad productiva, digamos entre los 40 y los 55 años. Entonces, son problemas distintos que tienen que atenderse de manera distinta.
“Entonces, tenemos el primer gran componente: poca creación de empleo, que eventualmente se traduce en menores ingresos y en poco dinamismo del consumo”, alertó Ramírez.
¿Seguirá la fuerza en el consumo? Respecto al mercado interno y a la fortaleza del consumo interno, Sofía Ramírez reconoció que, sorprendentemente, se ha mantenido resiliente, con altas y bajas dependiendo el mes a lo largo del año, pero ciertamente sigue siendo un motor del dinamismo económico.
¿De dónde vendrá la inversión para rescatar el empleo?
Si bien la inversión pública es sólo 10% de la inversión en México, en medio de un proceso de consolidación fiscal, por lo que ha disminuido en las métricas y comparaciones anuales y trimestrales, en el balance, tanto la inversión pública como la privada levan un año de estancamiento y hasta con contracciones anuales.
Al contrastar esta situación con la cantidad de empleadores registrados ante el IMSS, no sorprenden las tasas negativas en la cantidad de patrones o en el porcentaje de patrones renovados mes a mes. “Ahorita estamos hablando que hay alrededor de un millón de patrones, poquito más de un millón de patrones registrados, pero resulta preocupante que haya cada vez menos empleadores, no sólo menos empleo formal, con un estancamiento muy claro en el empleo formal desde hace prácticamente un año”.
Durante los últimos tres meses, las últimas tres lecturas han sido de destrucción de empleo y tenemos menos de 100 mil puestos de trabajo registrados ante el IMSS a lo largo de este año, cuando tendríamos que estar registrando 500 mil, 600 mil e incluso un poquito más, porque son los que se necesitan mes a mes, 100 mil puestos de trabajo al mes para poder tener o para poder incorporar a las nuevas juventudes que se suman al mercado laboral a un empleo de calidad”, dijo la economista.
¿Para qué nos sirve la reducción de la relación Deuda/PIB?
Es un escenario complejo, sobre todo – dice Ramírez – a la luz de la reflexión de si está avanzando o no la consolidación fiscal y cuáles son los beneficios que reporta para la economía y las personas.
“Cuando tú dices que la consolidación fiscal se ve bastante bien, es cierto, es una de las grandes variables que hay que tomar en cuenta cuando hablamos de la salud fiscal, pues sin duda es la relación Deuda-PIB, creo que son buenas noticias la trayectoria en la que se ha manejado, pues desde que inició esta administración en octubre pasado, el tema de las finanzas públicas, en la medida en la que se está cumpliendo con esta trayectoria de consolidación fiscal, porque dado que la economía no está creciendo, pues obviamente también se está recaudando menos en la recaudación primaria, no menos en términos absolutos, sino menos de lo que se esperaba recaudar”, apuntó la directora de México ¿cómo vamos?
El éxito de la consolidación fiscal y que ahora la relación Deuda/PIB se ubique en niveles inferiores al 50% nos indica que fue necesario hacer recortes fiscales, recortes en el gasto público muy importantes, sobre todo en rubros como salud, educación, incluso seguridad pública, dependiendo el mes, pero también en infraestructura, Infraestructura, obviamente esa es la inversión pública y ahí es donde pensamos que puede generarse”, agregó.
Este 8 de julio, sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que, ante el refuerzo de la consolidación fiscal, no se ha afectado el gasto social para rubros como salud, educación, seguridad. Afirmó, además, que se continuaría con la austeridad en la gestión del gobierno federal en términos administrativos.
Para Sofía Ramírez, sin embargo, el país se encuentra inmerso en un círculo vicioso de poco dinamismo económico y sobre todo bienestar.
La economía, indicó, necesita crecimiento para para financiar la prosperidad, y parte del problema es que, si no tenemos condiciones de prosperidad compartida para todas las personas, pues tenemos poca tranquilidad social, tenemos mucha más rispidez, muchas más desigualdades, que lo que propician pues son marchas como las que rechazan la gentrificación de colonias en la Ciudad de México como Roma y Condesa-
“Estos reclamos muy legítimos de falta de vivienda digna, que nada tienen que ver con, digamos, la violencia que se puede ejercer en contra de negocios locales, propiedad de mexicanas y mexicanos que dan de empleo a muchas personas locales, pero sí reconocer el problema aparte de falta de vivienda digna y asequible, pero pues también de mecanismos de transporte para las personas que viven en la periferia y trabajan en el centro, transporte que sea ágil, suficiente, seguro, que no tengan que ir dos horas apachurrados, caminar, mojarse y luego llegar al siguiente mecanismo de transporte que también va a ser inseguro, incómodo, inconveniente, bueno eso también es financiar la prosperidad compartida”, apuntó.
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