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Con 218 votos a favor y 214 en contra, la Cámara de Representantes aprobó la megapropuesta de ley de Trump con un triunfo republicano. El presidente instó a los republicanos a respaldar la legislación tras la resistencia a los intentos de aprobarla hasta el último minuto de este miércoles. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, condenó el paquete en un discurso de una duración récord.
El periódico The Wall Street Journal citó entre los ganadores y perdedores corporativos en la gran reforma fiscal de Trump a las empresas petroleras obtienen acceso a tierras públicas y los fabricantes obtienen exenciones fiscales, mientras que las universidades de élite enfrentan nuevos impuestos a las donaciones y los proyectos solares pierden créditos fiscales.
Con un estrecho margen, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley de gran alcance para extender los recortes de impuestos y recortar drásticamente los programas de seguridad social, poniendo fin al caótico esfuerzo de meses de los republicanos por superar las profundas divisiones dentro de su partido y concretar la agenda nacional del presidente Trump.
De acuerdo con The New York Times, la votación final, de 218 a 214, se realizó mayoritariamente en línea con la agenda del partido y se produjo después de que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, dedicara un frenético día y noche a sofocar la resistencia en sus propias filas, que amenazó hasta el final con descarrilar la medida emblemática del presidente. Con todos los republicanos menos dos a favor y la oposición unánime de los demócratas, la medida permitió que el proyecto de ley fuera firmado por Trump, cumpliendo con la fecha límite del 4 de julio que había exigido.
La legislación, reportó The Times, extiende los recortes de impuestos promulgados en 2017, que debían expirar a finales de año, e incorpora los nuevos que Trump prometió durante su campaña con un costo total de 4.5 billones de dólares. También aumenta la financiación para defensa y seguridad fronteriza y recorta casi 1 billón de dólares de Medicaid, con más reducciones a la asistencia alimentaria para personas de bajos recursos y otras ayudas gubernamentales. Además, elimina gradualmente los créditos fiscales para energías limpias aprobados durante el gobierno del expresidente Joseph R. Biden Jr., que Trump y los republicanos conservadores han criticado durante mucho tiempo.
También se incluye un aumento de 5 billones de dólares en el límite de la deuda, una medida que los republicanos no suelen apoyar, pero que fue necesaria para evitar un impago federal a finales de este año.
Apenas el miércoles, la escasa mayoría del partido volvió a generar controversia de última hora en el Capitolio. Decenas de legisladores habían expresado sus quejas sobre la medida revisada aprobada por el Senado el martes.
Los partidarios de una postura fiscal más restrictiva querían recortes más profundos del gasto, mientras que los moderados estaban preocupados por los recortes a la red de seguridad social. “Me siento muy positivo con el progreso”, declaró el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano por Luisiana), quien se ha reunido con legisladores durante todo el día, reportó el diario The Wall Street Journal.
“Me siento satisfecho con la situación actual y el rumbo que tomamos”, añadió. Sin embargo, los problemas de asistencia del Partido Republicano y la continuación de las conversaciones paralizaron la acción hasta bien entrada la noche del miércoles.
El número de republicanos en la Cámara de Representantes que han declarado su oposición a la versión del Senado de la legislación se ha considerado suficiente para bloquear la aprobación del proyecto de ley, aunque los enfrentamientos previos se han resuelto gracias a las campañas de presión del presidente y los líderes del partido.
Dada la escasa mayoría republicana de 220-212, no más de tres republicanos en la Cámara de Representantes pueden unirse a los demócratas para oponerse al proyecto de ley. Los líderes del partido pretendían completar una votación crucial sobre las reglas a primera hora de la mañana del jueves, con la posibilidad de que la aprobación completa se produjera incluso más tarde.
Trump quería que el proyecto de ley llegue a su despacho esta semana para cumplir con su plazo autoimpuesto del 4 de julio, aunque esperar no tiene consecuencias prácticas. Trump se reunió por separado el miércoles con miembros de la Cámara de Representantes, que es conservadora. Sin embargo, las luchas internas del Partido Republicano frenaron hasta la noche del miércoles 2 de julio el proyecto de ley.
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