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La Junta de Gobierno determinó aumentar sus pronósticos de inflación general de 3.9% a 4.3% para el segundo trimestre de este año; de 3.5% a 4.1% para el tercero y de 3.3% a 3.7% para el cuarto trimestre
La Junta de Gobierno del Banco de México, el máximo organismo de decisión de la política monetaria del país determinó con el voto dividido recortar el jueves la tasa de interés interbancaria a niveles de 8.00%, con efectos a partir del 27 de junio.
Votaron a favor de la decisión la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Galia Borja, José Gabriel Cuadra y Omar Mejía. El voto del subgobernador Jonathan Heath fue a favor de mantener la tasa de interés en niveles 8.50%, esto es, sin realizar cambios en la política.
“La Junta de Gobierno juzgó oportuno continuar con la calibración de la postura monetaria.
“Ello considerando el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad de la actividad económica e incluyendo el posible impacto de los cambios de las políticas comerciales a nivel global” señaló la Junta en su comunicado, donde resaltó además “el grado de restricción monetaria prevaleciente”.
Hacia delante, anticipó el organismo, se valorarán recortes adicionales a la tasa de referencia, tomando en cuenta los efectos de todos los determinantes de la inflación, y con acciones tales “que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo previsto”.
Dijo que continúa esperando que la inflación general converja a su meta en el tercer trimestre de 2026. Los pronósticos de inflación de corto plazo, sin embargo, se ajustaron al alza en respuesta a que la reducción de la inflación de los servicios ha sido más gradual, mientras que el aumento en la de las mercancías ha sido “mayor a lo previsto”.
Señaló que en su decisión de política incorporó que la actividad económica de México se expandió moderadamente durante abril, pero que persisten condiciones de holgura ante la debilidad que ha venido mostrando el producto. El entorno de incertidumbre y de tensiones comerciales implican importantes riesgos a la baja, agregó.
Los funcionarios anotaron que la inflación general se incrementó de 3.93% a 4.51% entre abril y la primera quincena de junio mientras que la inflación medular o subyacente pasó de 3.93 a 4.20%. Ambos indicadores sobrepasaron sus promedios históricos de los últimos 15 años.
Entre los riesgos globales, los funcionarios destacaron el escalamiento de las tensiones comerciales y el agravamiento de los conflictos geopolíticos, con posibles impactos en la inflación, la actividad económica y la volatilidad de los mercados financieros.
Inflación al alza
La Junta determinó aumentar sus pronósticos de inflación general de 3.9% a 4.3% para el segundo trimestre del 2025, y del 3.5% al 4.1% y del 3.3% al 3.7% para el tercer y cuarto trimestres, respectivamente. El ajuste se extendió al primer trimestre del 2026, con una tasa de inflación general de 3.4%, frente al 3.2% previsto anteriormente.
En el caso de la inflación subyacente, que determina la trayectoria de precios de mercancías y servicios en el más largo plazo, los pronósticos también se elevaron, de 3.9% a 4.1% para el segundo trimestre, así como del 3.6% al 3.8% y del 3.4% al 3.6% para el tercer y cuarto trimestre, para cada caso. Ocurrió lo mismo con la proyección del primer trimestre del próximo año, cuando los precios subyacentes aumentarían en 3.4%, desde el 3.1% previo.
La Junta apuntó que los pronósticos están sujetos a riesgos al alza, donde destaca la depreciación cambiaria, seguida por las disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales y la persistencia de la inflación subyacente. Además, se tomaron en cuenta las presiones de costos y las afectaciones climáticas.
Los riesgos a la baja considerados por los responsables de la política monetaria tienen que ver con una actividad económica menor a la anticipada; un menor traspaso de aumentos en los costos, y con menores presiones por la apreciación reciente.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico mantiene un sesgo al alza, si bien este es menos pronunciado que el enfrentado entre 2021 y 2024”, aseveró.
El banco central afirmó que reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.
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