
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 26 segundos
Luego de que el parlamento iraní aseguró que cerraría el acceso al estrecho de Ormuz, los precios del petróleo tocaron niveles cercanos a los 80 dólares, el presidente Donald Trump hizo una advertencia a través de redes sociales para que no se especulara con el precio del hidrocarburo
A través de su plataforma Truth Social, Donald Trump aseguró: “¡Todos, mantengan los precios del petróleo bajos! ¡Estoy vigilando! Están cayendo en las manos del enemigo. ¡No lo hagan!
Trump, quien había logrado mantener a raya la inflación gracias a los menores precios de la energía en el mercado estadounidense, también ordenó – una vez más a través de un mensaje en redes sociales – que el Departamento de Energía acelere la perforación de pozos petroleros.
“Al Departamento de Energía: perfora, Baby, perfora!!, y quiero decir AHORA!!”, dijo Trump.
De importador neto de combustibles, Estados Unidos se transformó en exportador de gas natural gracias a la agresiva campaña de perforación de gas natural a través de la tecnología conocida como fracking. Así obtuvo un nivel de exportaciones de combustibles inédito que, en el momento de las sanciones comerciales a Rusia tras la invasión a Ucrania, le permitió exportar gas y dieses a Europa.
Sin embargo, la producción de gas natural a través de fracking para obtener el llamado gas esquisto o shale gas, necesita un ambiente de precios del petróleo al alza para justificar los altos costos de producción.
El diario The Wall Street Journal publicó este 23 de junio un artículo en el que destaca la importancia estratégica de la revolución del shale gas, del fracking para Estados Unidos.
El columnista Spencer Jakab destacó que en 2003, durante la guerra de Irak, 14 barriles al año era el nivel de las importaciones de petróleo per cápita de Estados Unidos.
Gracias al fracking, Estados Unidos ahora tiene exportaciones netas de aproximadamente 2.5 barriles per cápita y es, además, el mayor vendedor mundial de gas natural licuado.
“Independientemente de lo que pasara por la mente del presidente Trump cuando decidió bombardear la infraestructura nuclear de Irán, el cálculo económico se vio facilitado por este enorme crecimiento de la producción energética estadounidense. Esto alivia enormemente el impacto de un conflicto más amplio para consumidores e inversores. Irán tiene una carta petrolera que jugar. EE. UU. también. Irán tiene una carta petrolera que jugar. EE. UU. también.La revolución del fracking en Estados Unidos mitiga el temido caos petrolero que podría derivar de un cierre iraní del Estrecho de Ormuz”, dijo Jakab.