El único país de Oriente Medio cuyo programa nuclear es incontrolable es Israel

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A lo largo de la historia, el gobierno israelí ha llamado la atención sobre las llamadas armas de destrucción masiva en Oriente Medio. Este tema, que también cobró protagonismo con la intervención estadounidense en Irak, ha vuelto a la agenda con los ataques contra Irán. Sin embargo, Israel está generando reacciones al ser el único país de la región cuyo programa nuclear es incontrolable.

Tras las masacres en la Franja de Gaza, Israel amplió su esfera de influencia lanzando ataques aéreos contra numerosos países de la región. El último objetivo del gobierno de Tel Aviv, que ha perpetrado ataques en Siria, Líbano y Yemen, ha sido Irán.

Israel, que describe a Irán como una amenaza debido a sus actividades nucleares, también ha provocado a Estados Unidos y ha lanzado duros ataques contra el gobierno de Teherán. El ataque del gobierno de Donald Trump contra Irán, a pesar de los informes del Organismo Internacional de Energía Atómica y de los servicios de inteligencia estadounidenses, ha generado una gran controversia.

Sin embargo, un detalle llamativo destaca en el ámbito internacional con respecto a este asunto. Los pasos dados hacia el desarme nuclear tras el fin de la Guerra Fría impulsaron a muchos países hacia actividades nucleares pacíficas. En consonancia con ello, numerosos países han apoyado el desarme nuclear y se han adherido al Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.

Otro país que ha aceptado todas las inspecciones y es parte del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares es Irán. Irán realiza actividades nucleares en colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica y permite las inspecciones de sus instalaciones nucleares en virtud del TNP.

El detalle más llamativo en este punto es que Israel ha rechazado el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares y no es parte de este acuerdo. Según datos publicados por el Centro para el Control de Armas y la No Proliferación, se cree ampliamente que Israel posee armas nucleares, pero el país no acepta ni niega la existencia de un arsenal nuclear. Sin embargo, Israel no es parte del TNP ni ha aceptado las garantías del OIEA sobre algunas de sus actividades nucleares básicas.

La mayoría de las estimaciones presuponen que Israel posee aproximadamente 90 ojivas nucleares basadas en plutonio y ha producido suficiente plutonio para entre 100 y 200 armas. Estas estimaciones se han mantenido bastante constantes durante décadas, lo que indica una postura nuclear definida por las necesidades de disuasión de Israel.

Se cree ampliamente que el plutonio para el programa de armas nucleares de Israel se produjo mediante un reactor construido con asistencia francesa. El reactor de investigación IRR-2 del Centro de Investigación Nuclear del Néguev se conoce a menudo como Dimona, la ciudad que lo alberga. La instalación no está sujeta a las salvaguardias del OIEA.

El IRR-2 alcanzó su estado crítico en diciembre de 1963 y probablemente ayudó a Israel a producir su primera arma nuclear entre 1966 y 1967, pero estos informes no han sido confirmados oficialmente. La desclasificación de documentos gubernamentales sensibles sugiere que, al menos en 1975, el gobierno estadounidense estaba convencido de que Israel poseía armas nucleares.

La falta de claridad sobre el programa de armas nucleares de Israel constituye un obstáculo importante para el establecimiento de una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Medio. El compromiso global de crear dicha zona en 1995 fue crucial para asegurar una prórroga indefinida del TNP.

En este contexto, el apoyo de Estados Unidos y los países occidentales a los ataques contra un país cuyo programa nuclear está sujeto a inspecciones internacionales está generando una gran reacción. Por otro lado, el apoyo incondicional de las potencias occidentales a la aterrorización de la región por parte de Israel preocupa a la población de la región.

Mientras todo esto sucede, conviene recordar que el genocidio en Gaza continúa intensificándose. Dado que los ataques contra Irán no solo amenazan la estabilidad regional con diversas excusas, también indican un esfuerzo internacional para encubrir a Israel tras las masacres en Gaza.