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Especialistas indicaron que, hacia adelante, sin embargo, la debilidad en la inversión y el mercado laboral serán los detonantes de crecimientos modestos, en medio de la incertidumbre; la manufactura de exportación continuaría apoyando al Sector Industrial
Las actividades económicas retomaron el aliento en abril, con un crecimiento de 0.5% a tasa mensual con cifras desestacionalizadas, y donde las actividades terciarias, que explican casi las dos terceras partes del PIB, avanzaron en un 0.9 %. El otro motor de la economía, las secundarias, por su parte, crecieron a un ritmo de 0.1%
En contraste, las actividades primarias, que se refieren a la Agricultura, la Pesca y la Ganadería, disminuyeron en 3.7% mensual, según información difundida el lunes por el Instituto Nacional de Estadistica y Geografía (INEGI).
Si la medición se da frente abril de 2024, el IGAI, clave para entender la trayectoria del PIB, mostró un alza de 1.4%, donde, a su interior, las actividades primarias aumentaron 3.2%, en tanto que las secundarias o el Sector de Servicios y Comercio progresaron a un ritmo de 2.2%. No obstante, las secundarias, o relacionadas con el Sector Industrial, disminuyeron en un 0.7%.
Los analistas esperaban que el IGAE creciera a una tasa mensual menor, de 0.2% con cifras ajustadas por estacionalidad, contra la caída del 0.2% de marzo. Tomando en cuenta cifras originales, esto es, aquellas expresadas sin el efecto calendario y las que incorporan los especialistas en sus proyecciones, el IGAE mostró un descenso de 1.5% anual, menor que la caída prevista, de 1.9%.
“Considerando las perspectivas para los determinantes del crecimiento económico, en particular los efectos de la elevada incertidumbre por factores externos e internos, el menor dinamismo del mercado laboral y la contracción de la inversión pública, anticipamos que éste se mantendrá modesto en los próximos meses” resaltaron Iván Arias, Rodolfo Ostolaza, y Magdaleno Mendoza, del Banco Nacional de México (Banamex).
Nubarrones
El panorama para la economía mexicana está permeado por la incertidumbre dada la política comercial proteccionista de Estados Unidos, a lo que se incorpora la tensión en el Medio Oriente por el conflicto bélico entre Israel e Irán, a lo que se sumó el fin de semana la intervención de EU respaldando al gobierno israelí. En el plano nacional se identifica debilidad en la inversión pública y privada y debilidad en el mercado laboral, lo que incluye la desaceleración de la masa salarial y la merma en la confianza del consumidor.
“A pesar del dato favorable de hoy, prevemos que la actividad exhibirá un lento dinamismo a lo largo del 2T (segundo trimestre), en un entorno de elevada incertidumbre”, dijo Alejandro Saldaña, del banco Bx+.
Con cifras desestacionalizadas y a tasa mensual resaltó el progreso de la minería de 1.3% y las industrias manufactureras, varias de ellas con vocación exportadora, que se expandieron en 0.7%, reflejando las compras anticipadas como parte de la estrategia de fortalecer inventarios en la pausa de la Administración Trump para hacer efectivos los aranceles recíprocos. En contraste, la Construcción derrapó 2.0% en un solo mes.
En el Sector de los Servicios y Comercios, entre lo más destacado a tasa mensual figuró la expansión de los servicios profesionales, científicos y técnicos, a una tasa de 4.5% mensual, y de los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos, de 4.3% entre un mes y otro, mientras que los servicios financieros y de seguros avanzó 1.9%.
Banamex destacó que la economía mexicana se ha venido desacelerando de manera significativa desde finales del 2023. A pesar del ligero repunte del PIB en el primer trimestre, con una cifra positiva de 0.2% trimestral y el dato de abril del IGAE, “las perspectivas apuntan a que esta se mantendrá moderada en los próximos meses”.
“Proyectamos un ligero incremento de las manufacturas para el acumulado del año, dada su vinculación con la industria de EUA (que registraría una recuperación modesta)”, en medio de una pérdida de dinamismo en términos de inversión y del consumo, indicaron Ostolaza, Arias y Mendoza.
“Estimamos que la actividad mantenga cierta fragilidad en el corto plazo, en un entorno de elevada incertidumbre económica.
“Si el panorama se empieza a despejar y las tasas reales bajan algo más, la actividad podría reactivarse a fines de año. Así, el PIB exhibiría una variación casi nula en el 2T, y crecería 0.5% en todo 2025”, indicó por su parte Saldaña.