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Si estás pensando viajar a Estados Unidos, a pesar de las imágenes que en redes sociales y en otros medios que nos dicen que los turistas de origen latino no son bien recibidos en ciudades como Los Ángeles o Nueva York, quizás podrías plantearte que es un buen momento para comprar un boleto de avión en mejores condiciones que cuando el tipo de cambio del peso frente al dólar se ubicaba en 22 pesos. También podría ser el momento de adquirir equipos, dispositivos que se importan y que resultan más baratos. Pero antes, vale la pena entender qué sucede con un peso fuerte y sus implicaciones para la economía.
Este martes, el tipo de cambio del peso frente al dólar se ubica en 18.9 con lo que se registra un ajuste, una apreciación de 8.5%, respecto al nivel de 20.66 registrado a inicios de 2024.
De esta forma, hoy el peso mexicano supera la barrera de los 19.06 pesos dólar alcanzado en junio de 2025 cuando el tipo de cambio se ubicó en 19.06 pesos por dólar, uno de sus niveles más fuertes.
Para analistas del mercado de cambios, detrás de la fortaleza del peso mexicano – bautizado por el Bank of America como el “Súper Peso” – se encuentra la debilidad del dólar ante el peso su deuda, el incremento de su déficit y las erráticas decisiones tomadas en materia arancelaria por la administración de Trump. Así, destacan que la fortaleza del tipo de cambio no sería, en estricto sentido, resultado de la fortaleza de factores estructurales de la economía mexicana.
Reconocen, sin embargo, que las finanzas públicas en México exhiben un esfuerzo constante y hasta ahora exitoso de consolidación fiscal, en otras palabras, que se detuvo el endeudamiento que hacia finales de 2024 se aceleró para cubrir compromisos con la red de protección social (transferencias) y necesidades de financiamiento de proyectos de infraestructura.
Pero detrás de la fortaleza del tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar también se encuentra el diferencial entre tasas de interés entre México y Estados Unidos. La interrelación entre las tasas de interés y el tipo de cambio entre Estados Unidos y México es clave para entender el comportamiento del peso frente al dólar.
Así, los analistas explican que si México tiene una tasa de interés más alta que EE.UU., los inversionistas extranjeros tienden a invertir en pesos para obtener mayores rendimientos. Esto incrementa la demanda de pesos, lo que aprecia la moneda mexicana frente al dólar.
Por ejemplo, si la tasa de referencia del Banco de México se ubica en 11%, como sucedió antes de que el Instituto Central comenzara a reducir las tasas de interés por decisión de su Junta de Gobierno, y la de la Fed se ubica en 5%, los flujos de capital pueden favorecer a México.
Actualmente, la FED mantiene su tasa de interés de referencia en un rango de entre 4.25 y 4.50%, en medio de una pausa en el ciclo de recorte de tasas del banco central estadounidense, el cual cuenta con un doble mandato para privilegiar el control de la inflación para también el entorno que impulse el pleno empleo.
Con este marco de referencia, podemos entender las razones de la fortaleza del peso mexicano y la eventual persistencia en estos niveles. Ahora, vale la pena plantearse lo bueno y lo malo porque un tipo de cambio peso-dólar muy fuerte (es decir, cuando el peso mexicano se aprecia significativamente frente al dólar) tiene efectos positivos y negativos para distintos sectores de la economía.
Lo bueno
Importaciones más baratas
- Las empresas y consumidores mexicanos pagan menos por bienes y servicios importados.
- Esto ayuda a reducir presiones inflacionarias, ya que muchos insumos se compran en dólares.
Pago de deuda externa más fácil
- Para el gobierno o empresas con deuda en dólares, un peso fuerte reduce el costo en pesos del servicio de esa deuda.
Incentivo al consumo
- Mayor poder adquisitivo en productos importados como electrónicos, vehículos, maquinaria, etc.
Lo malo
Exportaciones menos competitivas
- Los productos mexicanos se vuelven más caros en el extranjero, lo que puede afectar a sectores exportadores como el automotriz, electrónico o agroindustrial.
Menores ingresos por remesas
- Las familias que reciben remesas en dólares reciben menos pesos por la misma cantidad de dólares.
Afectación al turismo receptivo
- México se vuelve menos atractivo para turistas extranjeros, pues su dinero rinde menos aquí.
Impacto general en la economía:
Un peso demasiado fuerte beneficia al consumo interno y a la estabilidad de precios, pero puede desacelerar la actividad exportadora y manufacturera, que es motor clave de crecimiento.
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