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En su medición mensual fue acentuadamente mayor al promedio histórico para un mes de mayo, de 0.23%. Influyeron principalmente una fecha calendario diferente del periodo vacacional de Semana Santa, además de una escalada en los precios de los agropecuarios
La inflación en México desbordó en mayo, resultado principalmente de una escalada en los precios de productos agropecuarios donde los del pollo y el jitomate repuntaron en 10.62% y en 10.03% de un mes a otro, respectivamente. Otros productos y mercancías que formaron parte del listado de incrementos más sobresalientes fueron la vivienda propia y la carne de res, de 0.28% y 1.78%, en cada caso.
Al publicar la información el lunes, el Instituto Nacional de Estadística, el INEGI, señaló que durante mayo el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció a tasa mensual en 0.28%, superior al promedio histórico de los últimos 15 años para un mes de mayo, que se ubica en 0.23%. Como resultado, la inflación general anual fue de 4.42%, un nivel no visto desde noviembre del 2024, y a partir del 3.93% de abril.
El índice de precios subyacente, conocido como medular al medir la trayectoria de los precios en el más largo plazo, por su parte, creció a un ritmo de 0.30%, para llegar a una tasa anual de 4.06%, también más alta que el resultado de abril, también de 3.93%.
A su vez, el índice no subyacente, visto como una medición más volátil al estar relacionada con los precios de la Energía y la Agricultura, exhibió en marzo un alza mensual de 0.23%, para una tasa anual de 5.34%.
Los resultados colocaron notablemente por arriba de la proyección mediana de un grupo de 33 analistas consultados por Citi la semana anterior, que apuntaban a una inflación general mensual de 0.23%, para anual de 4.37%, y de un índice clave que crecería en 0.26% mensual, para una tasa anual de 4.02%.
Dentro del índice clave, con una medición quincenal y mensual, no anual, mientras que los precios de las mercancías repuntaron 0.35%, los de servicios, fueron de 0.24%. Al interior de la inflación más volátil o no subyacente, los precios de los productos pecuarios repuntaron a una tasa mensual de 3.48%, mientras que los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno cayeron 2.12%, ante los ajustes en las tarifas eléctricas por temporada cálida en 11 ciudades del país.
A finales de mayo durante la conferencia de prensa sobre el informe trimestral de inflación, el subgobernador Jonathan Heath aceptó que dentro del banco central hay preocupación por el ritmo de crecimiento de la inflación medular, particularmente en la inflación de mercancías, donde hay trabajo por hacer.
“La parte que más preocupa es que la subyacente, después de haber tocado mínimos hacia fines del año pasado, ha estado incrementándose poco a poco, y es muy probable, viendo ya como está la tendencia, se pudiera incluso salir de la tendencia y terminar arribita del 4.0% en el mes de mayo”.
Entre el cuarto trimestre del 2024 y el primer trimestre del 2025, la inflación subyacente anual pasó de 3.68% a 3.65% pero en las dos últimas quincenas se tensionó. Otro de los factores que impactó el resultado final fue la presión en los precios de mercancías alimenticias o alimentos procesados, y que el periodo vacacional de Semana Santa, celebrado este año en abril, mostró sus principales efectos un mes después.
En los límites
Analistas descartaron una mayor tensión en materia de precios hacia adelante. Inclusive, sostuvieron que el Banco de México (Banxico) determinará un nuevo recorte de una magnitud de 50 puntos base (pb) en la tasa de interés referencial durante la próxima reunión de política de finales de este mes.
“Sin embargo, el que la inflación subyacente se mantenga por encima de 4.0% en lo que resta del año, podría llevar al instituto central a modificar su guía prospectiva en el próximo comunicado, la cual ha sido característica en sus últimas decisiones”, resaltó el lunes Ricardo Aguilar, economista en jefe de banco Invex.
Iván Arias, Paulina Anciola y Arely Medina, del área de estudios económicos del Banco Nacional de México (Banamex), destacaron que la inflación mensual de mercancías, de 0.35% a tasa mensual, y la de servicios, de 0.24%, fueron superiores si se miden contra sus promedios históricos para un mes de mayo, de 0.33% y 0.19%, respectivamente.
“Con cifras desestacionalizadas estimamos que la inflación subyacente mensual anualizada aumentó a 5.0% desde 4.8% en abril”, anotaron los expertos sobre un parámetro que había venido estableciendo como límite la cercanía a 5.0%, sin llegar a él.
No obstante, Arias, Anciola y Medina reafirmaron su expectativa de que inflación general y medular finalicen el año en niveles de 3.8% y 3.7%, respectivamente, aunque ahora con los riesgos al alza más visibles, y que radican en una aceleración mayor que la estimada de la inflación de mercancías, así como una desaceleración más lenta en la de servicios.
También presionarían los efectos climatológicos y las condiciones sanitarias, hoy desfavorables y con impactos en los precios de los agropecuarios. El principal riesgo a la baja se sustenta en la desaceleración de la actividad de la economía mexicana, que influiría en un ajuste en los precios.
El consenso del mercado apunta a que ahora tanto la inflación general como la medular concluirían este año en México en niveles de 3.90%, para cada uno de los casos, con una tasa de interés referencial de 7.50%.
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