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La presidenta Claudia Sheinbaum presentó este jueves un decreto con el que busca atraer inversión nacional y extranjera al sector farmacéutico, con el objetivo de transformar a México en un centro regional de producción de medicamentos, insumos médicos y vacunas. El anuncio se enmarca en el Plan México. El decreto se firmará, según la mandataria, entre hoy y mañana.
La propuesta contempla que a partir de las licitaciones de 2026 se otorguen incentivos directos a aquellas empresas que fabriquen, investiguen o almacenen productos en el país.
El objetivo del gobierno también es provechar los más de 300 mil millones de pesos que el gobierno federal invierte en insumos de salud cada dos años para consolidar un ecosistema biofarmacéutico sólido.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que el país está por cerrar el proceso de compra de medicamentos correspondiente al periodo 2025-2026, en el que, dijo, la mayoría de los productos provienen del extranjero.
“Queremos que esa producción se haga aquí, en nuestro territorio. Que se generen empleos, se reduzcan los costos y se fortalezca la innovación desde México”, sostuvo.
El subsecretario de Salud, Eduardo Clark, detalló que el decreto distingue dos vías de acción. Para medicamentos genéricos, se dará prioridad en licitaciones a las compañías que acrediten inversión en México.
En el caso de los medicamentos de patente que usualmente tienen mayor costo, las farmacéuticas deberán asumir compromisos de inversión local como condición para conservar sus contratos.
“Durante años se desmanteló la producción nacional. Hoy queremos revertir esa tendencia y recuperar soberanía sanitaria”, afirmó Clark.
Como parte central de esta estrategia, Sheinbaum adelantó que la empresa pública Birmex será reactivada para retomar la producción de vacunas y otros biológicos de fabricación nacional.
Con ello, se busca no solo abastecer al sistema de salud, sino también posicionar a México como exportador regional.
El secretario David Kershenobich, por su parte, destacó que el país cuenta con todas las condiciones para desarrollar un ecosistema Biofarma: infraestructura industrial, talento humano, vínculos académicos y cercanía con los grandes mercados.
“No se trata únicamente de manufacturar, sino de generar propiedad intelectual desde aquí”, señaló.
Aunque el gobierno ha logrado reducir su deuda con laboratorios extranjeros de 12 mil a 8 mil millones de pesos, persiste un adeudo de aproximadamente mil 500 millones con productores nacionales.
Aun así, Sheinbaum aseguró que su administración está decidida a revertir décadas de dependencia y a construir una industria farmacéutica nacional fuerte, innovadora y estratégica. Por otro lado, la presidenta también subrayó que este plan va de la mano con una profunda transformación regulatoria.
Al respecto, la titular de COFEPRIS, Armida Zúñiga, anunció que la agencia ha reducido los tiempos de autorización de estudios clínicos de 115 a 40 días, y que se trabaja en la reclasificación de más de 2,200 dispositivos médicos para eliminar trámites innecesarios.
Además, se buscará armonizar los procesos regulatorios con estándares internacionales, emitir equivalencias de registros extranjeros y fortalecer la relación con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para proteger la innovación hecha en México.
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