Tesorería inteligente, solución para la eficiencia financiera empresarial

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 52 segundos

Toda organización con acceso a banca electrónica —desde startups hasta corporativos— puede beneficiarse de esta propuesta. El verdadero desafío no es tecnológico, sino cultural: adoptar la mentalidad de que la data es el activo más valioso en la era digital. 

 

*Por Irasema Galindo

 

En el panorama empresarial actual, la volatilidad de los mercados y la velocidad de las transacciones exigen respuestas inmediatas.

Además, la gestión del efectivo dejó de ser una función administrativa para convertirse en un elemento estratégico de primer orden en la eficiencia financiera de los negocios, como eje fundamental de la gestión del Capital de Trabajo.

La tesorería inteligente nace como una solución estratégica para atender esta necesidad, transformando radicalmente la manera en que las empresas interactúan con su información financiera. Es una plataforma tecnológica donde éstas pueden verificar el comportamiento estadístico de sus ingresos y pagos con la finalidad de optimizar el flujo de efectivo.

Para tenerlo más claro, en la operación de una tesorería tradicional (análoga) los equipos financieros dedican hasta 40% de su tiempo a tareas repetitivas de recopilación y conciliación de datos, en tanto toman decisiones críticas basadas en información desfasada, explica el portal especializado pymepresario.

 

Este tipo de dinámica puede generar:

-Errores costosos en reportes financieros

-Demoras en la identificación de desviaciones presupuestales

-Oportunidades perdidas por falta de visibilidad del flujo de efectivo

-Dificultades para anticipar crisis de liquidez

-Conocimiento del comportamiento de los clientes y usuarios

 

Estrategia

La Tesorería Inteligente, en cambio, hace crecer tu negocio e incrementas tus ventas, principalmente por las siguientes ventajas:

*Conocimiento profundo: al obtener el procesamiento de la información en reportes que proporcionen indicadores de negocio con gráficos interactivos que facilite la gestión financiera.

*Visión en tiempo real: permite detectar patrones, como estacionalidades en ingresos o gastos recurrentes innecesarios

*Decisiones basadas en datos, no en intuición: desde renegociar plazos con proveedores hasta invertir excedentes con mayor seguridad

*Perfilamiento de clientes y su comportamiento: basados en datos demográficos, geográficos y hábitos de compra.

 

Sin embargo, si aún persiste un escepticismo infundado, ¿funcionará para mi empresa? La respuesta es clara: toda organización con acceso a banca electrónica —desde startups hasta corporativos— puede beneficiarse.

El verdadero desafío no es tecnológico, sino cultural: adoptar la mentalidad de que la data es el activo más valioso en la era digital.

En el banco, hemos comprobado que la tesorería inteligente no es un lujo, sino una necesidad. Para los tomadores de decisiones financieras, la pregunta relevante ya no es “¿podemos implementar una solución de tesorería inteligente?”, sino “¿qué tanto estamos perdiendo por no tenerla?”

En la economía digital, los datos son el nuevo efectivo y saber gestionarlos marca la frontera entre las empresas que sobreviven y las que verdaderamente prosperan.

 

                                               ****

 

*Irasema es directora ejecutiva de producto y servicio de Banca Transaccional en Grupo Financiero Banorte.

Es egresada del Tecnológico de Monterrey como Licenciada en Contabilidad y Finanzas con una Maestría en Administración por la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE Business School).

Tiene también una especialidad en Banca por Louisiana State University (LSU) y un Posgrado de Alta Dirección por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).

-Las opiniones expresadas por el autor son personales e independientes de sus funciones en Grupo Financiero Banorte