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Cuando la incertidumbre es producto principalmente de una política exterior errática por momentos, además de agresiva bajo la batuta de la actual administración de los Estados Unidos, la noción de poder anticiparse al siguiente gran anuncio con impacto directo en el comercio internacional es todavía más compleja.
*Por Herminio Padruno, vice president en GBM Advisors
En las últimas semanas, los anuncios sobre la política comercial realizados por la administración de Donald Trump han introducido un alto grado de incertidumbre en los mercados internacionales.
Las señales mixtas en torno a la imposición de aranceles, con declaraciones que en ocasiones sugieren medidas más duras y otras que apuntan a posibles flexibilizaciones, han creado un panorama que podría complicar la toma de decisión para inversionistas.
Esto también ha impactado en sectores con alta exposición al comercio internacional donde la planificación a mediano-largo plazo depende en gran medida de la claridad de las reglas del juego.
En el ámbito bursátil, el anuncio del 2 de abril de aranceles recíprocos a una lista extensa de países ocasionó caídas importantes -incluso algunas emisoras pertenecientes al grupo Magnificent 7 “coquetearon” con caídas de doble dígito-, marcando el peor día en Wall Street desde el 2020.
Posteriormente, vimos una euforia generalizada ante la confirmación de otra pausa arancelaria de 90 días (con la excepción de China) que llevó al S&P 500 a tener su tercer mejor día desde 1957. Esa misma fecha, el Dow Jones y Nasdaq vieron subidas de 7.87% y 9.52% respectivamente.
De más está decir que en la siguiente apertura y cierre de mercados, vimos una normalización a lo largo de los indicadores principales.
De la hipótesis a la práctica
La volatilidad ha dejado claro una vez más que, aunque siempre hay que mantener un ojo en los movimientos diarios del mercado, el largo plazo se mantiene invicto en el mundo de las inversiones.
Si bien, en los mercados financieros, la idea de que es posible anticiparse con precisión a los momentos óptimos para realizar movimientos en la Bolsa es atractiva, ésta es una práctica que es mucho más fácil en la teoría que en la práctica.
No solo eso. En un contexto en el que la incertidumbre es producto principalmente de una política exterior que se puede calificar como errática por momentos y agresiva por la actual administración de los Estados Unidos, la noción de poder anticiparse al siguiente gran anuncio con impacto directo en el comercio internacional es todavía más compleja. En ese sentido, estamos verdaderamente ante un panorama que difícilmente se había visto antes para inversionistas
La volatilidad de los mercados, lejos de ser una oportunidad para especular, es un recordatorio de la importancia de contar con una estrategia que mitigue los riesgos conductuales que pueda optimizar las decisiones de inversión.
Es aquí donde el rol del asesor financiero cobra todavía más relevancia. Contrario a lo que mucha gente puede creer, su función no es predecir movimientos futuros sino proporcionar un marco de referencia basado en datos, diversificación de portafolios y gestión de riesgos.
Asesoría y estrategia
Durante episodios de alto riesgo como el que vivimos, los inversionistas sin orientación suelen reaccionar de manera impulsiva y tomar riesgos inadecuados. En contraste, quienes mantienen una visión estratégica, aprovechan los rebalanceos oportunos y oportunidades que el mercado ofrece, normalmente salen adelante.
Como he mencionado en ocasiones anteriores, nadie que ha invertido con un horizonte de 20 años en el mercado accionario (partiendo de índices como el S&P, Nasdaq, Dow Jones por ejemplo) ha perdido dinero en la historia.
La clave no está en la predicción, sino en la consistencia, diversificación y, muchas veces, en el acompañamiento de una asesoría que tenga claro una de las reglas más importantes del mercado: en el mundo de las inversiones, el largo plazo sigue invicto.
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*Herminio tiene más de 13 años de experiencia en el sector de inversiones y asesoría.
A lo largo de su trayectoria en GBM, se ha desempeñado como director de asesoría y soluciones de inversión; Head de operaciones y estrategia en GBM Administradora de Activos, así como analista senior en GBM Global y GBM Mexico Fund.