México, un país cafeinado: el consumo excesivo de cafeína preocupa a especialistas

Entre los estudiantes universitarios, el consumo diario de cafeína puede oscilar entre 139.7 y 417.3 miligramos, lo que equivale a más de dos tazas

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En México, el café es más que una bebida: es parte de la identidad cotidiana. Según datos recopilados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) en un comunicado reciente, cada persona en el país consume en promedio 2.6 tazas de café al día, lo que posiciona al café como una de las principales fuentes de cafeína en la dieta nacional. Además, el 84% de los hogares mexicanos consume café soluble, y el consumo anual per cápita asciende a 1.750 kilogramos, de acuerdo con la firma Kantar.

Este hábito, sin embargo, no se limita a los adultos. Un estudio sobre los patrones de consumo de bebidas en adolescentes reveló que el 51.2% de los jóvenes mexicanos consume café regularmente, mientras que 46.3% toma refresco de cola, 29.8% consume bebidas energéticas y 23.7%, té. Entre los estudiantes universitarios, el consumo diario de cafeína puede oscilar entre 139.7 y 417.3 miligramos, lo que equivale a más de dos tazas de café fuerte o varias latas de refresco.

La Revista Médica del Hospital General de México, citada por LabDO, destaca que el café es la principal fuente de cafeína a nivel global. A diario, se consumen en el mundo alrededor de 2,500 millones de tazas, y el 80% de los adultos ingiere entre 200 y 300 miligramos de cafeína al día.

Si bien la cafeína tiene efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central, mejorando el estado de alerta y el rendimiento cognitivo, su consumo en exceso puede tener consecuencias negativas para la salud. Entre los síntomas más comunes se encuentran la taquicardia, ansiedad, insomnio, náuseas, temblores e incluso aumento de la frecuencia urinaria.

El problema se agrava cuando se considera la presencia de cafeína en más de 1,000 productos disponibles en el mercado, muchos de ellos dirigidos a población infantil y juvenil: barras energéticas, chicles, helados, suplementos dietéticos y medicamentos de venta libre, además de las populares bebidas energéticas, que pueden contener entre 54 y 328 miligramos de cafeína por cada 16 onzas líquidas (aproximadamente medio litro).

La American Academy of Child & Adolescent Psychiatry desaconseja el consumo de cafeína en niños y adolescentes. Sin embargo, algunos expertos señalan que, en adolescentes de 12 a 18 años, un consumo máximo de 100 mg al día, equivalente a una taza de café o dos latas de refresco, podría considerarse tolerable.

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) sugiere que hasta 400 miligramos de cafeína al día pueden ser seguros para la mayoría de los adultos, aunque advierte que esta cantidad debe adaptarse a factores individuales como el peso corporal, la sensibilidad a la sustancia y otros medicamentos que se estén tomando.

La clave está en la moderación, concluye el comunicado del LabDO. En un país donde el café es parte esencial del desayuno, la sobremesa y las jornadas laborales, concientizar sobre los efectos del consumo excesivo, especialmente entre jóvenes, es un paso urgente hacia hábitos más saludables.

 

 

 

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