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Ngozi Okonjo-Iweala se reunió el martes en Tokio con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, en la víspera de sus intervenciones en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) el 15 y 16 de mayo próximos
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, se reunió con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, con la meta de intercambiar ideas sobre “las crecientes presiones que enfrenta el sistema multilateral de comercio incluyendo el aumento de las tensiones comerciales”, que tras el desenlace de los acuerdos alcanzados en Ginebra entre los gigantes China y Estados Unidos ponen en la mira nuevamente la relevancia del libre intercambio global.
Okonjo-Iweala habló también de los “riesgos de fragmentación” del comercio mundial, según un comunicado conjunto emitido tras el encuentro, previo su intervención en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) a realizarse en Corea el 15 y 16 de mayo próximos.
Los dos funcionarios enfatizaron en un llamado a fortalecer el sistema multilateral de comercio y llevar adelante una reforma significativa dentro de la propia OMC. El compromiso común, afimaron, es colaborar con otros miembros del organismo “para gestionar las tensiones actuales y futuras en el comercio mundial” y fortalecer el sistema multilateral de comercio.
En la reunión estuvieron presentes además varios ministros del Gobierno japonés, entre ellos el de Relaciones Exteriores, Takeshi Iwaya; de Finanzas, Katsunobu Kato, y el de Economía, Comercio e Industria, Yoji Muto.
Un mundo con aranceles
El año pasado después de su conferencia ministerial anual y en una reflexión interna sobre el rol de la organización que surgió en el seno de la ONU, Okonjo-Iweala aceptó los pocos avances en la tarea de armonizar las iniciativas de los 125 países miembros, aunque destacó aspectos como la negociación plural para concluir el Acuerdo de Facilitación de las Inversiones para el Desarrollo (FID, por sus siglas en inglés).
En sus perspectivas de Comercio Mundial del mes pasado, el organismo alertó que bajo las condiciones actuales, en medio del día de la liberación promulgado por el presidente de EU Donald Trump el 2 de abril, era probable que el volumen del comercio mundial de mercancías disminuyera en 0.2% durante 2025.
La repercusión más fuerte, sin embargo, correspondería al intercambio comercial en América del Norte, que abarca EU, Canadá y México, con una caída de las exportaciones de un 12.6%.
El fin de semana pasado, Estados Unidos y China acordaron en una reunión entre funcionarios de alto rango en Génova, Suiza aplazar por 90 días los aranceles que se aplican mutuamente desde que el presidente de EU, Donald Trump, reforzó su política proteccionista contra el gigante asiático el 2 de abril pasado.
La negociación central consiste en que China reducirá sus aranceles de 125% a 10% sobre las importaciones provenientes de EU, mientras que la primera economía mundial aplicará un arancel de 30% a productos provenientes de China, que ya incluyen los aranceles por el trasiego de fentanilo, y desde la polémica tasa del 145%.
El lunes, la agencia evaluadora de riesgos crediticios Fitch Ratings estimó que la tasa arancelaria efectiva (TAE) tras el pacto entre los dos gigantes situará en 13.1%, con una notable disminución respecto al 22.8% anterior.
Mientras que México y Canadá, los socios comerciales de EU dentro del TMEC, además de Alemania y Japón, se quedarían con una tasa arancelaria efectiva (TAE) “superior al 10.5%”, la tasa impositiva efectiva de EU para China se mantiene como la más alta, en niveles de 31.8%, lo que implica el cobro de las tarifas impuestas a China antes del 2 de abril de este año, más un arancel base del 10% impuesto a la mayoría de los países.
Fitch destacó que si bien el acuerdo tarifario representa una desescalada significativa, la TAE estadounidense vigente se registró por última vez en 1941, y se mantiene muy por encima de la del 2.3% que funcionó hasta finales del 2024.