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Luego de cuatro votaciones, la fumata blanca apareció en el Vaticano. Con miles de fieles expectantes en la Plaza de San Pedro, los 133 cardenales electores decidieron al nuevo Papa…
El cónclave de los 133 cardenales acabó y luego de varios desacuerdos que llevaron al humo negro, la Iglesia Católica tiene un nuevo representante. En las horas de la tarde del Vaticano, la señal de humo blanco salió de la chimenea de la Capilla Sixtina y la euforia apareció en la Plaza de San Pedro. Para que un candidato sea elegido Papa, debía alcanzar una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 89 sufragios y justamente eso fue lo que logró el estadounidense Robert Prevost, con nombre de León XIV.
El encargado de anunciar el nombre fue el cardenal, Dominique Mamberte y la onda expansiva es mundial porque Estados Unidos ahora tendrá un Papa, y si bien no es el candidato de Donald Trump, el mapa político vuelve a cambiar por completo.
Robert Prevost nació en Chicago, el 14 de septiembre de 1955 y es hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia española. Tiene dos hermanos, Louis Martín y John Joseph. Un detalle no menor es que Prevost tiene un fuerte amor por Perú, al nivel de nacionalizarse peruano. El 3 de noviembre de 2014, el Papa Francisco lo nombró obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo, Perú. Tras varios años en Perú, el 13 de julio de 2019, fue nombrado miembro de la Congregación para el Clero.
Para la Iglesia Católica es una decisión sorpresiva porque se proyectaba que los candidatos principales eran italianos, pero finalmente, la votación quedó a favor de Prevost. Luego de ello y el anuncio oficial, Prevost salió al balcón para saludar a cien mil católicos que se concentraron en la Plaza de San Pedro.
Estados Unidos ahora tiene un Papa, algo que sucede luego de elegir 266 papas en la historia de la Iglesia Católica. Para el continente americano es el segundo Papa, luego de Jorge Bergoglio. “La paz que sea con todos ustedes. Queridos hermanos y hermanas, le hablo a toda la tierra, que la paz esté con ustedes. Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz perseverante. Nos ama a todos incondicionalmente”, comenzó expresando Leon, visiblemente emocionado.
“Permitánme la continuidad a la bendición de Francisco. Dios ama a todos. El mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios. Sigamos unidos, de mano en mano y vayamos adelante. Seamos discípulo de Cristo, siempre nos precede. La humanidad necesita de él. Hay que construir puentes de diálogo, para ser todos un solo pueblo en paz…”, agregó.
“Gracias al Papa Francisco, y con cada cardenal que me han elegido para ser el sucesor suyo. Buscando una paz, la justicia y la unidad de la Iglesia. Tenemos que caminar juntos para encontrar esa paz. Quiero un saludo para mi Chiclayo, Perú. Ahí donde hay un pueblo fiel acompaño a su obispo, compartido su fe. Queremos una Iglesia que busca la paz y la caridad, estando cerca de quienes sufren”, sentenció Prevost.