La columna de Jorge Flores Kelly || El FMI exagera los riesgos, el nearshoring redefine las oportunidades. México no es China. 

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El país no enfrenta una crisis macroeconómica: mantiene superávit primario, un peso flexible, reservas robustas y acceso preferencial a EE.UU. El desafío está en la respuesta política: enviar señales claras de certidumbre, acelerar la certificación de origen y desplegar una política industrial ágil que capture inversiones en tránsito desde Asia.
El país no enfrenta una crisis macroeconómica: mantiene superávit primario, un peso flexible, reservas robustas y acceso preferencial a EE.UU. El desafío está en la respuesta política: enviar señales claras de certidumbre, acelerar la certificación de origen y desplegar una política industrial ágil que capture inversiones en tránsito desde Asia.

La última actualización del FMI proyecta una caída de –0.3% en el PIB de México para 2025, atribuyéndola a la nueva política arancelaria impulsada por EE.UU. A primera vista, parecería una señal de alarma. En realidad, es una llamada de atención para activar una respuesta estratégica, que ya se ha hecho con el Plan México y al no reaccionar con represalias.

El FMI parte de un supuesto clave: México no reacciona y su análisis es indeciso. Asjme que no se  ajusta política industrial, no fortalece su posición en el TMEC, y no capitaliza la fragmentación del comercio global. Pero ese escenario es evitable. México no es objeto principal de la política arancelaria estadounidense. Las reglas del TMEC siguen en pie. Los aranceles excluyen explícitamente productos que cumplen con las reglas de origen regional, y las cadenas de suministro ya integradas mantienen su preferencia.
El nearshoring sigue intacto en ese sentido. De hecho, las tensiones comerciales globales refuerzan la necesidad de relocalizar operaciones en países confiables, cercanos y ya integrados al mercado norteamericano. México reúne todos esos atributos.
El país no enfrenta una crisis macroeconómica: mantiene superávit primario, un peso flexible, reservas robustas y acceso preferencial a EE.UU. El desafío está en la respuesta política: enviar señales claras de certidumbre, acelerar la certificación de origen y desplegar una política industrial ágil que capture inversiones en tránsito desde Asia.
Para nada el pronóstico del FMI debe verse como una sentencia. Es una oportunidad para reposicionar a México como el principal proveedor estratégico de manufactura avanzada en el continente. Invertir en México sigue siendo una apuesta sólida—y ahora, también estratégica.
Jorge Flores Kelly es experto en relocalización de cadenas productivos, ganó el Premio Nacional de Economía de Banamex, fundó Observatorio Nearshoring y es autor de México Piensa Positivo https://www.amazon.com.mx/M%C3%A9xico-piensa-positivo-Jorge-Flores-ebook/dp/B08C9M5DXJ