A sus 82 años, fallece Leo Beenhakker

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El entrenador neerlandés fallece en las primeras horas del jueves 10 de abril y rodeado de sus familiares. Su estado de salud era delicado desde hace semanas…

El mundo del fútbol se vio conmovido por el fallecimiento de Leo Beenhakker a sus 82 años. El neerlandés se destacó en la historia del fútbol por tener una breve carrera como jugador ya que a los 19 años sufrió una dura lesión y decidió retirarse para comenzar el curso de entrenador, algo que cambiaría por completo su vida.

Leo Beenhakker fue un verdadero trotamundos en el ámbito de los entrenadores, no obstante, lo mejor de su capacidad se vio en el Ajax y en el Real Madrid, donde lo ganó todo. Con el equipo de Amsterdam ganó dos Ligas de Países Bajos y luego, con los españoles obtuvo seis títulos: fue tricampeón de LaLiga (1986-87, 1987-88 y 1988-89), dos Supercopas de España (1988 y 1989) y una Copa del Rey (1988-89).

Su protagonismo no fue solo a nivel clubes, también con selecciones. En 1985 y 1990 dirigió a Países Bajos, en 1993/94 a Arabia Saudita, luego a Trinidad y Tobago (2005) y por último, Polonia (2006-09).

La noticia de su fallecimiento también impactó fuertemente en el fútbol mexicano. Leo Beenhakker fue entrenador del Club América y Chivas de Guadalajara. En Las Águilas tuvo que compartir equipo con un joven Cuauhtémoc Blanco, que ya empezaba a marcar su carrera con su personalidad y fútbol. Si bien no logró salir campeón, el fútbol desplegado por ese América fue memorable y de alto vuelo: marcó 74 goles en 31 partidos y sacó su boleto a la Liguilla con cinco jornadas de anticipación.

Tiempo después, Beenhakker confesó el motivo de su salida: “Fue por el presidente (Diez Barroso) que quería meter mano en el equipo. Joaquín (Del Olmo) tenía conflictos económicos con el presidente, y me explicó que el chico no podía volver a jugar, pero yo no iba a romper a mi equipo. El lunes siguiente, a las 7:30 de la mañana en mi casa de Cuernavaca, me llama Rubolotta (vicepresidente del club) y me pidió que agarrara mis maletas”.

Un tiempo después, volvería a México pero para dirigir Chivas. La directiva del Rebaño imaginó que fichándolo, su equipo iba a jugar como aquel América, pero esta vez fue distinto. El neerlandés solo duró seis meses y salió del club por malos resultados.

En 2003 tendría su última experiencia en México, con una revancha en el América pero no tuvo el mismo brillo que en los 90. Beenhakker llevó al equipo a los octavos de final de la Copa Libertadores y a los Cuartos de Final del Apertura 2004. En aquel equipo vio crecer a Memo Ochoa, quien al enterarse de su fallecimiento, dejó un sentido mensaje: “Hoy se fue alguien muy importante en mi vida, me duele el alma. Gracias, Leo Beenhakker, por confiar en mí cuando apenas comenzaba, por darme la oportunidad de debutar y por apoyarme en mis primeros pasados como profesional. Tu visión, tu experiencia y tu confianza marcaron el inicio de mi camino y dejaron una huella profunda en mi carrera y en mi vida”.