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Si Estados Unidos realmente quisiera reestructurar sus desbalances y desequilibrios comerciales, lo que tendría que hacer es incentivar el ahorro porque mientras los consumidores estadounidenses no ahorren lo suficiente, siempre van a tener déficit. Mientras tanto, la guerra de aranceles ha generado un incremento en la volatilidad en los mercados de valores que impactará a los fondos de pensiones de muchos trabajadores.
Al participar en la mesa análisis convocada por la Revista Fortuna, El Impacto de los Aranceles de Trump en la lucha contra la desigualdad, Luis Monroy, doctor en Economía y Diego Castañeda, doctor en Historia, aseguraron que los aranceles buscan reestructurar o redistribuir la demanda interna de un país de ciertas empresas de ciertos sectores, que se compren autos estadounidenses y no asiáticos. Sin embargo, los ganadores y los perdedores son los trabajadores de esas fábricas en distintas partes del mundo. Los ganadores son los de las fábricas que ven esos flujos comerciales diversificarse hacia ellos.
Sin embargo, en muchas partes del mundo el pronóstico aún es reservado: mientras caen los mercados y las bolsas se hace un balance de las implicaciones de este periodo de volatilidad. Hay países en los que las personas tienen una gran tenencia de bonos, de acciones, valores, mientras que en otros países la participación en los mercados es menor.
En general, a mediano o largo plazo, el impacto más grande que se puede ver en términos de desigualdad en casi todo el mundo va a ser por el desempleo que generen, digamos, estas fricciones comerciales, dijo Diego Castañeda, doctor en Historia Económica de la Universidad de Uppsala.
Al final, lo que hacen los aranceles es quitarle eficiencia a la economía. En general, esas pérdidas de eficiencia se van a transformar eventualmente en pérdidas de empleo y en mayores precios, agregó.
Con estos dos fenómenos, sí se generará un impacto en la distribución del ingreso porque las personas pierden su empleo, tienen que pagar precios más altos en Estados Unidos. Por ello será importante y clave para los próximos años la reacción sobre qué políticas y transformaciones pondrán en marcha para responder a este cambio.
Luis Monroy, doctor en Economía y profesor de University of Massachusetts, Amherst, aseguró, por su parte, que para Estados Unidos el efecto es netamente regresivo de un arancel porque la incidencia recae sobre el consumidor, particularmente en un escenario en donde además se estimula que, al redistribuir la demanda entre productores nacionales y productores importados, se genera un alza en el precio generalizado de un bien dado que los productores nacionales ven una oportunidad de poder elevar sus precios con niveles ligeramente inferiores al de los bienes importados por el mercado local.
Respecto al impacto bursátil, Monroy destacó que en mercados como el mexicano sí se registra una tenencia súper concentrada en la parte superior de la institución del ingreso.
Por ello vale la pena mencionar que, en el caso de Estados Unidos, muchos fondos de pensiones tienen sus recursos en el mercado accionario. Una caída en el mercado accionario, como sucedió en la crisis de 2008, no sólo impacta directamente en la riqueza de los más ricos, sino en la riqueza, en el patrimonio, de los trabajadores porque al momento en que ellos se jubilan, pues van a ver que el fondo que ellos habían ahorrado tiene una evaluación mucho menor que la que ellos esperaban.
Así, los trabajadores tendrán que cotizar más tiempo al que ellos originalmente habían pensado, o que se jubilen recibiendo un monto menor al que ellos esperaban.
“Y si toda la economía está colapsando, los mercados bursátiles están colapsando, como estamos viendo en estos días, pues eso afecta, el golpe tiene una mayor difusión, digamos, que solo en quienes directamente tienen las acciones. Eso en el mercado, en el caso estadounidense, pero también pasa, por ejemplo, en Europa. Los fondos de pensiones de muchos sindicatos están en el mercado bursátil”, dijo Monroy.