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La entidad prevé que los fabricantes mexicanos “tendrán un mayor incentivo para expandir su cadena de suministro en América del Norte”. Datos de la Oficina Censos arrojan que cerca del 51% de todas las importaciones estadounidenses procedentes de México, excluyendo el petróleo, se realizan a través del T-MEC
En medio de las turbulencias que han venido provocando las declaraciones del presidente de EU Donald Trump sobre su política arancelaria, de carácter intermitente, México parece estar bien posicionado -por ahora- para mantener una actividad comercial dinámica con Estados Unidos, mencionó el banco de inversión inglés Barclays en una nota distribuida el lunes.
“Los incentivos podrían impulsar a los exportadores (mexicanos) a cumplir con las normas del T-MEC, lo que podría tener efectos positivos en la actividad manufacturera regional”, sostuvo la entidad, citando como los beneficiarios más visibles al sector inmobiliario en el segmento industrial, o fideicomisos de infraestructura y bienes raíces (Fibras). También nombró a Traxión, una las firmas de servicios especializados en movilidad y logística más grandes de América Latina.
México pudo evitar las tarifas recíprocas anunciados por Trump el 2 de abril y, en cambio, el esquema de la Administración Trump abrió los incentivos para cumplir con las normas del T-MEC, refirió Barclays. La estructura arancelaria actual se mantiene, lo que incluye aranceles de cero para los productos mexicanos amparados por el T-MEC, exceptuando al acero, el aluminio y los automóviles terminados, en tanto que las autopartes amparadas por el T-MEC gozan del arancel nulo.
Las excepciones y los otros productos que no cumplen con el T-MEC, mantienen aranceles del 25% sobre el contenido no estadounidense. Con las reglas que funcionan hoy, si un fabricante mexicano de productos electrónicos, como ejemplo representativo, desea exportar a EU sin aranceles, debe cumplir con las normas del T-MEC, que, en términos generales, exigen un mayor contenido regional que las normas de Nación Más Favorecida (NMF).
Respaldo
Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, aproximadamente el 51% de todas las importaciones estadounidenses procedentes de México, excluyendo el petróleo, se realizan a través del T-MEC.
Barclays anotó que antes del T-MEC, esto es, bajo los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que funcionó por más de 20 años entre México, EU y Canadá, el beneficio era mayor, pues representó más del 60% de los envíos del país al vecino del Norte. El T-MEC fue firmado durante el primer mandato de Donald Trump.
“Si bien es pronto para ser demasiado optimistas, sobre todo porque el T-MEC se revisará pronto, creemos que existe un escenario en el que la fabricación para la exportación podría expandirse”, sostuvo Pablo Monsiváis, analista certificado de Barclays (CFA), que anotó perspectivas de crecimiento distinguidas en el mediano plazo para las fibras Vesta, Prologis, Funo y Macquarie.
El experto alertó que la política comercial estadounidense, sin embargo, “puede cambiar, y la incertidumbre ha sido un factor común”. Bajo el clima de tensión mundial, Barclays dijo en días recientes que mantiene la expectativa de que la economía de México crezca 0.70% en 2025 bajo un escenario de renegociación del T-MEC que se adelante del 2026 a este año.
El consenso de analistas encuestados por el Banco de México estimó el mes pasado que la economía nacional crecería 0.50% en 2025, desde la previsión de febrero de 0.80%.
El factor China
En el día de la liberación marcado el 2 de abril por el presidente estadounidense, Trump invocó una emergencia nacional producto de una “gran y persistente déficit comercial,” imponiendo aranceles del 10% a las importaciones a nivel mundial, más un arancel recíproco más alto con las naciones con las que la potencia mantiene grandes déficits comerciales, donde sobresale la segunda economía mundial, China.
“Estimamos que el arancel ponderado por el comercio sobre todas las importaciones estadounidenses aumentará a aproximadamente el 23%” añadió Barclays en otro informe fechado el 6 de abril.
Los nuevos aranceles implican importantes riesgos a la baja para las previsiones sobre el crecimiento del PIB de Asia si al final no se reducen.
Las economías más abiertas de Taiwán, Tailandia, Malasia, Corea del Sur y Singapur destacan en términos de vulnerabilidad económica, probablemente con una mayor presión para negociar con la administración Trump, de acuerdo con Barclays. Sin embargo, el incremento tarifario a 64% sobre las importaciones de bienes procedentes de China provocaría mermas sobre la segunda economía mundial.
Una guerra comercial de este tipo “lastraría el crecimiento del PIB de China entre 1.5 y 2.5 puntos porcentuales”, agregó el banco de inversión. La tasa de crecimiento asignada a China por parte de la OECD es de 4.8% para este año, según la actualización de sus perspectivas mundiales de marzo.
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