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El presidente brasileño atraviesa el momento más delicado de su gestión. Criticado por sus formas, cuestionado por sus medidas y resultados negativos que van en aumento…
La expectativa era importante, pero el final fue el peor de todos. En medio del caos por las cifras de imagen negativa que tiene actualmente, Lula recibió un golpe demoledor al romper un récord impensado hace unos años. El IPCA (Índice Nacional de Precios al Consumidor Ampliado) organismo encargado de medir el índice de inflación oficial en Brasil, presentó el informe de febrero 2025 y detalló que la inflación interanual en Brasil fue del 5,06 por ciento, la más alta desde septiembre de 2023.
No obstante, lo más relevante es que la inflación mensual fue de 1.3 por ciento, la más alta desde 2003. Estas cifras son más altas de las que esperaba el gobierno y principalmente, el mercado. La subida de inflación tendría distintos motivos aunque uno de los más directos sería el aumento del 16,80 por ciento de la electricidad residencial, según la oficina de estadísticas del Gobierno de Brasil.
Además, la educación experimentó el mayor incremento mensual, del 4,7 por ciento, seguida por alojamiento (4,44 por ciento). Vale recordar que en hace unos días, el Banco Central de Brasil decidió subir 100 puntos básicos en su política monetaria. La tasa básica de intereses es hoy del 13,25 por ciento anual y está previsto que se aumente en un punto en los próximos días.
En este contexto, Lula está desesperado por abaratar el costo de los alimentos, algo que influye directamente en la vida diaria de los brasileños. “Vamos a encontrar una solución, porque estoy seguro de que en este país todos quieren que el pueblo pueda comer bien. Comida de calidad, saludable y, de preferencia, orgánica, para que tengamos una mejor calidad de vida. Todo el Gobierno está preocupado por este tema, y muchos empresarios también lo están”, manifestó Lula en su discurso de la semana pasada.
“Lo que nos interesa es llevar comida barata a la mesa del pueblo brasileño. También es necesario garantizar un precio justo a los productores”, detalló Lula en su análisis. No obstante, el mandatario brasileño puso el ejemplo del huevo para explicar la situación actual: “El huevo se está saliendo de control. Unos dicen que es el calor, otros dicen que es la exportación, y yo estoy buscando la respuesta…”.
Para tomar dimensión de esto, desde enero del 2023 hasta febrero 2025, el costo de una caja con 30 docenas de huevos aumentó de aproximadamente 140 reales a 210 reales (de 24 a 36 dólares), según información de la agencia Xinhua.
“Quiero saber por qué dio ese salto el huevo. ¿Quién metió la mano y lanzó la pelota para arriba? No queremos que los productores tengan pérdidas. Lo que necesitamos saber es que hay intermediarios en el medio. Entre el productor y el consumidor hay mucha gente que mete la mano. Y vamos a descubrir quién es el responsable de esto”, enfatizó Lula.
El último jueves, el Gobierno de Brasil anunció la eliminación del impuesto de importación sobre nueve productos considerados esenciales: café, aceite de oliva, azúcar, maíz, aceite de girasol, sardinas, galletas, pasta y carnes. La reducción de estas tarifas entrará en vigor en los próximos días, pero está claro que la inflación se ha vuelto incontrolable para Lula.