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El presidente Donald Trump firmó el pasado 14 de febrero una orden ejecutiva, el equivalente a decreto presidencial, en el que ordena la creación del Consejo Nacional de Dominio Energético con el que busca impulsar una política pública y exterior dentro de su administración para que Estados Unidos domine la energía. Este Consejo asesorará al presidente Trump los incentivos para atraer y retener inversiones del sector privado en la producción de energía.
Trump también impulsará, a través de este Consejo, la aprobación y la construcción de gasoductos naturales hacia o en Nueva Inglaterra, California, Alaska y otras áreas del país desatendidas por el gas natural estadounidense.
En la exposición de motivos, Trump invocó la autoridad que le confiere, como presidente de los Estados Unidos, la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América, para ordenar expandir todas las formas de producción de energía confiable y asequible para reducir la inflación, hacer crecer su economía, crear empleos bien remunerados, restablecer el liderazgo estadounidense en la industria manufacturera, liderar el mundo en inteligencia artificial y restaurar la paz a través de la fuerza ejerciendo nuestras palancas comerciales y diplomáticas para poner fin a las guerras en todo el mundo.
Trump aseguró que Estados Unidos ha sido bendecido con una abundancia de recursos naturales y es líder en tecnologías e innovación energéticas que son fundamentales para la prosperidad económica y la seguridad nacional del pueblo estadounidense, así como de sus socios y aliados.
El presidente de Estados Unidos aseguró que, para lograr el dominio de Estados Unidos sobre la energía, usarán sus “increíbles activos nacionales”, incluido su petróleo crudo, gas natural, condensados, de arrendamiento, líquidos de gas natural, productos refinados del petróleo, uranio, carbón, biocombustibles, calor geotérmico, el movimiento cinético del agua que fluye y minerales críticos.
De esta forma, aseguró la orden ejecutiva de Trump, preservarán y protegerán sus lugares más bellos, reducirán su dependencia de las importaciones extranjeras y harán crecer su economía, permitiendo la reducción de sus déficits y su deuda.
“La política de mi Administración será hacer que Estados Unidos domine la energía”, aseguró Trump.
Así, Trump ordenó el establecimiento del Consejo Nacional de Dominio Energético en el cual, el Secretario del Interior actuará como presidente del Consejo; el Secretario de Energía será el vicepresidente.
En este consejo también participarán el Secretario del Tesoro, el Secretario de la Defensa, el Fiscal General, el Secretario de Agricultura, el Secretario de Comercio, el Secretario de Transporte, el Administrador de la Agencia de Protección Ambiental, el Director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto; el Representante Comercial de los Estados Unidos; el Subjefe de Gabinete de Políticas; el Asistente del Presidente para Política Económica; el Asistente del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional; el Asistente del Presidente para Política Interior; el Presidente del Consejo de Calidad Ambiental; el Presidente del Consejo de Asesores Económicos; el Director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica; y los jefes de otros departamentos y agencias ejecutivas (agencias) que el Presidente pueda, de vez en cuando, designar.
¿Cómo funcionará el Consejo Nacional de Dominio Energético?
Respecto a la operación de este Consejo, la orden ejecutiva establece que el Presidente convocará y presidirá las reuniones del Consejo, en consulta con la Oficina del Jefe de Gabinete, siempre que en su ausencia el Vicepresidente presida.
El Consejo deberá:
- Asesorar al Presidente sobre la mejor manera de ejercer su autoridad para producir más energía y hacer que Estados Unidos sea dominante en materia energética
- Asesorar al Presidente sobre la mejora de los procesos de autorización, producción, generación, distribución, regulación, transporte y exportación de todas las formas de energía estadounidense, incluidos los minerales críticos.
- -Proporcionar al Presidente una Estrategia Nacional de Dominio Energético recomendada para producir más energía que incluya objetivos a largo plazo para lograr el dominio energético mediante la reducción de la burocracia, la mejora de las inversiones del sector privado en todos los sectores de la economía productora de energía, el enfoque en la innovación y la búsqueda de eliminar la regulación de larga data, pero innecesaria.
- Asesorar y ayudar al Presidente a facilitar la cooperación entre el Gobierno Federal y los socios del sector privado nacional en materia de energía.
- Asesorar al Presidente sobre la facilitación de la coherencia en las políticas de producción de energía incluidas en la Estrategia desarrollada- el Consejo, a través del Presidente, coordinará, cuando corresponda, con el Asistente del Presidente para Política Económica, el Asistente del Presidente para Política Interna y el Asistente del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional. Las funciones del Consejo informarán a la Oficina del Jefe de Gabinete.
Dentro de los 100 días a partir de la fecha de esta orden, y de vez en cuando a partir de entonces según lo considere apropiado el Presidente, el Consejo deberá:
1) Recomendar al Presidente un plan para crear conciencia a nivel nacional sobre asuntos relacionados con el dominio energético, como la urgencia de una energía confiable; las mejoras en la tecnología logradas a través de fuentes de energía confiables; las preocupaciones de seguridad nacional con la eliminación de fuentes de energía confiables y asequibles; los empleos respaldados por el sector energético; y las restricciones regulatorias que aumentan el costo de la energía confiable para los consumidores,
2) Asesorar al Presidente sobre las acciones que cada agencia puede tomar bajo las autoridades existentes para priorizar el objetivo de política de aumentar la producción de energía, como aumentar rápida y significativamente la capacidad de electricidad; facilitar rápidamente las aprobaciones para infraestructura energética; aprobar la construcción de gasoductos naturales hacia o en Nueva Inglaterra, California, Alaska y otras áreas del país desatendidas por el gas natural estadounidense; facilitar la reapertura de plantas de energía cerradas; y poner en funcionamiento pequeños reactores nucleares modulares.
3) Proporcionar al Presidente una revisión de los mercados más críticos para abastecer a los hogares, automóviles y fábricas estadounidenses con energía confiable, abundante y asequible;
4) Asesorar al Presidente sobre los incentivos para atraer y retener inversiones del sector privado en la producción de energía.
5) Asesorar al Presidente sobre la identificación y eliminación de prácticas que aumenten el costo de la energía; y consultar con funcionarios de los gobiernos estatales, locales y tribales y con individuos del sector privado para solicitar comentarios sobre la mejor manera de expandir todas las formas de producción de energía.
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