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El republicano dio un show aparte. Estuvo una hora firmando decretos de los temas más importantes y respondiendo preguntas de todos los periodistas acreditados. Una de las cuestiones fue su relación con Brasil y terminó humillando a Lula…
La imagen fue inédita e impactante. Luego de la toma de posesión, Donald Trump dejó una secuencia que quedará para la historia porque el republicano abrió las puertas de uno de los salones más importantes de la Casa Blanca y firmó 200 órdenes ejecutivas delante de las cámaras y con la presencia de los periodistas. Entre esos decretos firmados, Trump abordó cuestiones como la inmigración, política exterior, la relación con la OMS y narcotráfico. No obstante, lo más relevante es que borró todo el legado de su antecesor, Joe Biden, y de esa forma todo lo impuesto por el demócrata ha dejado de existir.
Trump sorprendió porque al mismo tiempo que firmaba decreto tras decreto, recibía una pregunta de los periodistas presentes y hubo una de ellas que se sorprendió. Al presidente electo le preguntaron por su posible relación con Brasil y Lula Da Silva. Lo que nadie imaginaba era la respuesta tajante: “Debería ser buena (la relación). Ellos nos necesitan, nosotros no los necesitamos para nada. Nos necesitan. Ellos nos necesitan mucho más de lo que nosotros necesitamos a ellos. Todos nos necesitan…”.
La realidad es que Lula está en las antípodas del pensamiento de Trump y si bien hubo un mensaje de felicitaciones por ganar las elecciones, la realidad es que el estadounidense ignora por completo a Lula. Como si fuese poco, en 2024, Lula tuvo más de un cruce con Elon Musk, la mano derecha de Trump, por impuestos y la influencia de X en la sociedad brasileña.
Por otra parte, Lula sabe que Trump es muy cercano a Jair Bolsonaro, quien proyecta volver a ser presidente de Brasil en el futuro cercano y contaría con el apoyo del republicano. El apoyo de los dos principales magnates de las redes sociales, Elon Musk y Mark Zuckerberg, a la nueva administración de Trump también es visto con ojos críticos por Lula, que sigue liderando una batalla contra las fake news en las redes sociales.
Sin mencionar a Trump, el último viernes Lula se despidió de Biden con un post en sus redes: “Quiero expresar mi agradecimiento al Presidente, Joe Biden por el trabajo conjunto de estos dos años. Nuestras acciones coordinadas en defensa de la democracia, la agenda climática y la alianza por los derechos de los trabajadores han demostrado lo mucho que Brasil y Estados Unidos pueden lograr juntos en la búsqueda de un mundo más justo y un planeta sostenible”.
Hay un dato que es inapelable: desde que Trump ganó las elecciones, nunca mencionó a Brasil. Ni él ni sus ejecutivos como Marco Rubio, que tendrá un papel preponderante como Secretario de Estado. “Yo deseo que los estadounidenses continúen siendo los socios históricos de Brasil porque, de nuestra parte, no queremos pelea ni con Venezuela, ni con los estadounidenses, ni con China, ni con la India, ni con Rusia”, afirmó Lula, durante la primera reunión del año del Gabinete.
Está claro que esta relación es más que delicada. Trump es cercano a Bolsonaro y principalmente a Javier Milei, que se posiciona como el pilar de Estados Unidos en la región. Las chances de salir herido, para Lula, son altas…