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El líder venezolano había asegurado que planificaba invadir Puerto Rico para liberarlo de los Estados Unidos. La cuestión es que recibió la respuesta más dura de todas por parte del mismísimo Puerto Rico: le pidieron ayuda a Donald Trump…
“Venezuela se va preparando junto con Cuba, junto con Nicaragua, junto con nuestros hermanos mayores del mundo, para si algún día tenemos que tomar las armas para defender el derecho a la paz, el derecho a la soberanía y los derechos históricos de nuestra patria. Así como en el norte tienen una agenda de colonización, nosotros tenemos una agenda de liberación y la agenda nos la escribió Simón Bolivar, está pendiente la libertad de Puerto Rico y la lograremos, con las tropas de Brasil y Abreu de Lima irá al frente. Es hermoso que Puerto Rico quiera ser libre. Tenemos que ver libre a Puerto Rico…”, fue el aviso contundente de Nicolás Maduro en el cierre del Festival Mundial Internacional Antifascista por un Mundo Nuevo.
Hoy en día, Puerto Rico pertenece a Estados Unidos, según la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos aunque los derechos constitucionales no son extendidos automáticamente a todos los territorios bajo el control estadounidense. Para Estados Unidos, Puerto Rico es una ubicación estratégica en la parte de Centroamérica y evidentemente, ellos quieren seguir en esta línea porque la respuesta a la idea de Maduro fue letal.
La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González Colón, decidió escribir una carta oficial para Donald Trump y le pidió ayuda para combatir a Nicolás Maduro. “A pocos días después de realizar una ceremonia ilegítima de juramentación, el dictador socialista Nicolás Maduro propuso públicamente una invasión a Puerto Rico. Confío en que su futura administración responderá rápidamente y dejará claro al régimen de Maduro que, bajo su liderazgo, los Estados Unidos protegerán las vidas y la soberanía de los ciudadanos estadounidenses y no cederán ante las amenazas de dictadores pequeños y asesinos”, marcó González Colón en dicha carta.
En esa misma línea, la diplomática puertorriqueña agregó: “Los llamados de Maduro para una invasión son un intento claro de eliminar la presencia de los Estados Unidos y aumentar su influencia en el área. Puerto Rico también representa una posición clave para avanzar en los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos en nuestra región. Estoy lista para trabajar con usted y su administración para contrarrestar esta y otras amenazas planteadas por la dictadura ilegítima de Maduro y apoyar al pueblo de Venezuela en su lucha por la libertad”.
Un dato no menor es que el último 5 de noviembre de 2024, los puertorriqueños fueron parte de un plebiscito no vinculante para decidir entre la estadidad, la independencia o la soberanía en libre asociación con Estados Unidos. Según la Comisión Estatal de Elecciones, la estadidad obtuvo una mayoría del 57 por ciento, seguido de la independencia con el 30 por ciento y la libre asociación con un 12 por ciento. Si bien el plebiscito no fue oficial y no tuvo validez legal por parte del Congreso de Estados Unidos, la gobernadora tomó el resultado como la voluntad del pueblo.
La realidad es que Maduro buscaba una señal positiva por parte de Puerto Rico para avanzar con su idea, pero la respuesta no pudo haber sido peor: si quiere invadir Puerto Rico, deberá enfrentarse a Trump.
