ENFOQUE | La Tríada Inconsistente de Inflación, Crecimiento y Proteccionismo

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Estados Unidos enfrenta una tríada inconsistente: no puede mantener simultáneamente una baja inflación, lograr un crecimiento económico sostenido e implementar fuertes políticas proteccionistas contra socios comerciales como México y China. Los compromisos estructurales significan que priorizar dos objetivos socavará el tercero. Los responsables de formular políticas deben enfrentar esta realidad y tomar decisiones estratégicas para navegar en una economía global interconectada.

En una declaración reciente, el ministro de Economía de México, Marcelo Ebrard, señaló una verdad contundente: “No se puede tener baja inflación y crecimiento económico sostenido en Estados Unidos si, al mismo tiempo, se implementan políticas proteccionistas contra México y China.” Su comentario toca un punto más profundo: un paradigma de tríada inconsistente.

Este concepto tiene sus raíces en la economía internacional, donde se describe la imposibilidad de alcanzar simultáneamente la libre circulación de capitales, un tipo de cambio fijo y una política monetaria independiente. Desde entonces, ha evolucionado para ilustrar dilemas económicos y de políticas más amplios, como el que ahora enfrenta Estados Unidos con la inflación, el crecimiento y el proteccionismo.

Una Tríada en Acción

La economía estadounidense está atrapada entre tres objetivos incompatibles:

Mantener una Baja Inflación: Las políticas proteccionistas, como los aranceles sobre México y China, elevan el costo de los bienes importados, alimentando las presiones inflacionarias. Mantener una baja inflación requiere flujos comerciales fluidos y estabilidad en los costos, condiciones que el proteccionismo fuerte interrumpe.

Lograr un Crecimiento Económico Sostenido: El crecimiento económico depende de bienes asequibles, cadenas de suministro eficientes y acceso a mercados globales. Las restricciones comerciales alteran estos sistemas, desacelerando el crecimiento e incrementando los costos para las empresas.

Implementar Fuertes Políticas Proteccionistas: Aunque políticamente atractivas, las políticas proteccionistas aumentan los costos, reducen el poder adquisitivo de los consumidores e invitan a represalias, lo que socava tanto el control de la inflación como el crecimiento económico.

El Corazón de la Tríada

En el fondo, la tríada inconsistente radica en las contradicciones estructurales entre estos tres objetivos. Mientras que es posible priorizar dos, el tercero inevitablemente se vuelve inalcanzable:

Baja Inflación y Crecimiento Sostenido: Para lograr estos objetivos, Estados Unidos debe evitar medidas proteccionistas. El comercio fluido con socios como México y China mantiene bajos los costos y eficientes las cadenas de suministro, permitiendo precios estables y un crecimiento robusto.

Proteccionismo y Crecimiento Sostenido: Si se implementan políticas proteccionistas para proteger las industrias locales, los aranceles y las barreras comerciales resultantes aumentarán los costos de producción. La inflación aumentará a medida que los precios más altos se propaguen por toda la economía.

Proteccionismo y Baja Inflación: Alcanzar estos objetivos requiere comprometerse con el crecimiento. Los aranceles pueden mantener la inflación manejable al limitar el consumo, pero también reducen la actividad económica y desalientan la inversión, deteniendo el crecimiento.

Este compromiso no es simplemente teórico. La profunda integración de la economía de Estados Unidos con socios comerciales globales asegura que los efectos colaterales del proteccionismo—interrupciones en las cadenas de suministro, costos más altos y represalias comerciales—socaven tanto el control de la inflación como el crecimiento.

La Lección para los Responsables de Políticas

La tríada inconsistente obliga a los responsables de políticas a tomar decisiones difíciles. No es posible proteger a las industrias locales a través del proteccionismo, mantener una baja inflación y sostener el crecimiento económico al mismo tiempo. Los intentos de hacerlo inevitablemente colapsan bajo el peso de las contradicciones estructurales.

El comentario de Ebrard sirve como recordatorio de que los compromisos no son debilidades, sino realidades. El éxito radica en priorizar los objetivos más importantes y reconocer los sacrificios que esas prioridades demandan. En una economía interconectada, la claridad de propósito y la disposición a enfrentar estos compromisos son claves para diseñar políticas sostenibles.

La realidad económica es implacable. Los responsables de políticas también deben serlo.