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Otro viento a favor fue el dato de exportaciones de China, la mayor economía emergente del mundo, las cuales crecieron en diciembre a un ritmo mayor a lo esperado, favoreciendo al mercado de materias primas
Si bien el tipo de cambio en sus operaciones al mayoreo llegó a tocar niveles máximos en los 20.8682 pesos por dólar el lunes, al final de la jornada revirtió la tendencia negativa que mostró durante cinco sesiones consecutivas.
De esta forma, el tipo de cambio concluyó la jornada con una apreciación de 0.11%, en las 20.6899 unidades por dólar, más cercano a sus niveles mínimos del día, en los 20.6804.
Operadores afirmaron que parte de los vientos a favor en su desempeño se explicó por un repunte de los precios internacionales del petróleo, en respuesta a las versiones sobre nuevas sanciones económicas de parte de Estados Unidos a las exportaciones de petróleo de Rusia, lo que llevaría a los gigantes China e India a sustituir su demanda con otros proveedores.
Pese a un avance generalizado del índice dólar, la referencia del precio internacional del crudo repuntó el lunes casi 3%, un 2.94%, para cotizar en los 78.82 dólares por barril. Las exportaciones de China de diciembre, por su parte, escalaron a un ritmo de 10.7% anual, desde 6.7% de noviembre. El gigante asiático es el principal consumidor de commodities a nivel global.
Lo anterior propició que el precio del aluminio avanzara 0.27%; el del níquel, 1.55% y el del acero, 0.28%, en tanto que el cobre se mantuvo estable, con un alza marginal de 0.03%.
Durante la jornada, el tipo de cambio estuvo sujeto a una marcada volatilidad, mostrando máximos en las 20.8677 unidades por dólar, rebasando las proyecciones de los operadores, de máximos de 20.85. Sin embargo, las noticias que circularon a lo largo del día empujaron hacia un saldo favorable.
“Las ganancias se deben a las últimas sanciones de Estados Unidos a Rusia, pues se espera que la oferta global se reduzca.
“Además de la expectativa de una menor oferta, las presiones al alza se deben a una mayor demanda ante el clima más frío en Estados Unidos”, agregó el Grupo Financiero Base en un reporte sobre el comportamiento del petróleo.
Ganadoras y perdedoras
Las divisas más apreciadas el lunes fueron el shekel israelí, que ganó 1.73%; el peso colombiano, con una apreciación de 0.89%; el peso chileno, de 0.54%; el rand sudafricano de 0.29%; el dólar australiano de 0.26% y el won surcoreano, de 0.23%
En sentido contrario, las divisas más depreciadas fueron la corona checa, con una caída de 0.90%; el rublo ruso, de 0.76%; la rupia india, de 0.70%; la rupia de Indonesia, de 0.55%, la corona sueca, de 0.52% y el dólar taiwanés, de 0.46%.
El dólar estadounidense, por su parte, cerró la jornada con un avance de 0.06% de acuerdo con el índice ponderado.
En el mercado de futuros de Chicago, las posiciones especulativas netas a la espera de una apreciación del peso mexicano entre el miércoles 1 y el martes 7 de enero cayeron en 8,280 contratos, un 40.06%, ubicando un saldo de 12,391 contratos.
Lo anterior se debe a que las posturas brutas a favor del peso se recortaron en 8,319 contratos, debido a la cautela del mercado en anticipación a la toma de protesta de Donald Trump.
Plan maestro
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el lunes el Plan México, orientado a la integración comercial con Norteamérica, la producción de México para satisfacer al mercado local y regional, y el fomento a la inversión privada. En su presentación estuvieron varias secretarías de Estado con una influencia notable en temas de comercio internacional.
El titular de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, declaró en el evento que, al detonar el crecimiento económico es necesario disminuir las importaciones y aumentar la producción nacional.
Con esta base, si Norteamérica reemplaza el 10% de las importaciones que provienen de China, el PIB mexicano crecería 1.2% más de lo normal. A su vez, el PIB de Estados Unidos lo haría en 0.8%, y Canadá reportaría un 0.2% adicional.
“La publicación (del plan) permitió la estabilidad del tipo de cambio, pues se incluyen medidas para estimular el crecimiento económico a través de beneficios fiscales para empresas que inviertan en México y gasten en capacitación de su personal”, aseveró Gabriela Siller, directora de análisis en Base.
El plan de inversiones da prioridad a la integración regional de Norteamérica. Siller dijo que se trata de un esfuerzo palpable para estimular la continuidad al T-MEC, instrumento que deberá ser revisado en 2026.
De acuerdo con la presentación del proyecto de inversiones, en los próximos 6 años se promoverá la relocalización de empresas y la sustitución de importaciones por contenido nacional. Se relanzará el programa Hecho en México y se priorizará la creación de empleos bien remunerados en los sectores de la manufactura y los servicios.
También contempla incrementar la proveeduría local de mayor valor, promover polos de desarrollo y de bienestar a partir de vocaciones regionales, ampliar el acceso a la educación media superior y superior, así como fortalecer el desarrollo científico, tecnológico e innovación e impulsar “la integración del Continente”.
Las inversiones públicas para apuntalar el plan, que incluyen esquemas de inversión mixtos, ascienden a 115,984 millones de pesos (mdp).
Este mismo lunes, el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE), el organismo privado de más influencia en la promoción del comercio internacional, dio a conocer los puntos más destacados de un conversatorio sobre las vicisitudes del T-MEC ante el regreso de Donald Trump a la presidencia de EU.
El evento concluyó que México es un proveedor confiable y reconocido por la calidad de sus productos que comercializa en Estados Unidos, una base indispensable para convertirse en parte de la región más competitiva del siglo XXI a través del T-MEC.
“Norteamérica tiene el potencial para ser la región más competitiva del siglo XXI si aprovecha la revisión del T-MEC en 2026 para fortalecer la integración, fomentar la innovación y desarrollar talento especializado”, afirmó Sergio Contreras, presidente ejecutivo del organismo.
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