COLUMNA | Al Aire: Colores Unidos de Toscani

Enrique Hernández Alcázar En un parabús, en un centro comercial o en la televisión. Alguna vez, sin duda, nos topamos con alguna fotografía publicitaria de Oliviero Toscani. Y quizá muchos no sabíamos que la imagen era producto de la inquisitiva lente de su cámara. De la mirada aguda de su cerebro. Un sacerdote besando en la boca a una monja. Una persona con VIH en su lecho de muerte. Una modelo anoréxica posando desnuda. Hombres blancos, asiáticos y negros abrazando a mujeres asiáticas, negras y blancas. Niños afro con niñas caucásicas. El Papa Benedicto XVI besando al imán de El Cairo. Barak Obama en pleno ósculo con Hugo Chávez. ¿Quién dice que no se puede hacer protesta social desde el capitalismo? La muestra más visible fue Oliviero Toscani, el gran fotógrafo y publicista italiano que murió este lunes a los 82 años de edad. Su legado es ya imborrable para la industria de la moda y la creatividad, especialmente a través de sus irreverentes campañas para Benetton. Sus imágenes no podían dejar indiferente a quien las observaba. Lo mismo concientizaba sobre la pandemia del VIH en los años ochenta, que sobre la homofobia y el racismo nuestros de cada día. Si hubiera nacido en el Siglo XXI, sería un potente ‘influencer’ desde Instagram o Pinterest. Sí, uno de esos ‘creadores de contenido’ de los que tanto detestaba al final de sus días, porque cuando se le preguntaba su mirada sobre las redes sociales cargaba en su contra y las tachaba de “idiotizarnos”. Como se le tachaba a la televisión cuando Toscani tenía 8 años. El denominador común de la obra de Oliviero Toscani es la condición humana. No cabe duda. La diversidad racial, étnica, sexual, política y sobre todo la empatía y la compasión. Y aunque los temas recurrentes en sus gráficas pueden ser vistas hoy como ‘progres’ o ‘buena onditas’, en sus tiempos fueron amenazadas con condenas, intentos de cancelación (antes de que se hiciera popular esta práctica) y con censura dura y pura. Incluso la propia compañía Benetton lo despidió como su principal creativo en el año 2000, cuando Toscani decidió hacer la campaña para la marca a partir de retratos de personas condenadas a muerte en diversos países. La provocación, la irrevencia y la incorrección política de Toscani nos harán mucha falta en estos días por vivir. Él empezó a hacer fotomontajes increíbles antes del Photoshop y mucho antes de la Inteligencia Artificial. Lo hacía casi artesanalmente. Con oficio y con creatividad. Con arte en toda la extensión de la palabra. “No quería provocar un shock en nadie, pero sí generar sorpresa. No es lo mismo. Ahora, inmediatamente todo se convierte en una tragedia. Por eso hay que puntualizar que estar sorprendido no es lo mismo que conmocionado. Enfrente de una pintura de Salvador Dalí o de Picasso, te sorprendes. El arte se creó para sorprender. Para mí, los mejores artistas son los que son capaces de causar esa sorpresa. El arte debe hacerte pensar. Si no lo hace, no es buen arte”, le dijo hace un par de años a la revista EnclaveODS. Ojalá que a través de las lentes de muchos otros creadores y artistas se pueda compensar su ausencia. Estoy seguro que así será. Para hablar de Oliviero Toscani, la verdad, sobran las palabras. Mejor les comparto estas imágenes del gran artista milanés. Disfruten. Tomada en 1975 por Oliviero Toscani, esta subversiva fotografía sitúa a Andy Warhol en el centro como fotógrafo y sujeto, visto sosteniendo una cámara Polaroid de la que emerge su autorretrato. Esta fotografía se utilizó para la marca Polaroid. El fotógrafo y el artista siguieron siendo amigos hasta el fallecimiento de Warhol. Realizada en 1989, un año extraordinario en la historia del mundo, esta fotografía de Oliviero Toscani es un testimonio de la realidad moderna y de la idea de que la cualidad humana más noble reside en la celebración de la diferencia. Esta fotografía, en la que aparece una mujer negra amamantando a un niño blanco, se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton. Esta estupenda fotografía de 1990, una de las obras más icónicas de Oliviero Toscani, simboliza la idea de que la diversidad une. Obra de arte singular de valor intemporal, esta pieza se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton. El amor es universal, no hay amor profano ni sagrado. Esta fotografía, una de las obras más icónicas y distintivas de Oliviero Toscani, fue realizada en 1991. Imagen controvertida que ha sido objeto de diversas censuras. Esta fotografía fue realizada en 1996 y simboliza la idea de que no hay raza, partiendo del corazón. Esta fotografía se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

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Enrique Hernández Alcázar


En un parabús, en un centro comercial o en la televisión. Alguna vez, sin duda, nos topamos con alguna fotografía publicitaria de Oliviero Toscani. Y quizá muchos no sabíamos que la imagen era producto de la inquisitiva lente de su cámara. De la mirada aguda de su cerebro.

Un sacerdote besando en la boca a una monja. Una persona con VIH en su lecho de muerte. Una modelo anoréxica posando desnuda. Hombres blancos, asiáticos y negros abrazando a mujeres asiáticas, negras y blancas. Niños afro con niñas caucásicas. El Papa Benedicto XVI besando al imán de El Cairo. Barak Obama en pleno ósculo con Hugo Chávez.

¿Quién dice que no se puede hacer protesta social desde el capitalismo? La muestra más visible fue Oliviero Toscani, el gran fotógrafo y publicista italiano que murió este lunes a los 82 años de edad.

Su legado es ya imborrable para la industria de la moda y la creatividad, especialmente a través de sus irreverentes campañas para Benetton. Sus imágenes no podían dejar indiferente a quien las observaba. Lo mismo concientizaba sobre la pandemia del VIH en los años ochenta, que sobre la homofobia y el racismo nuestros de cada día.

Si hubiera nacido en el Siglo XXI, sería un potente ‘influencer’ desde Instagram o Pinterest. Sí, uno de esos ‘creadores de contenido’ de los que tanto detestaba al final de sus días, porque cuando se le preguntaba su mirada sobre las redes sociales cargaba en su contra y las tachaba de “idiotizarnos”. Como se le tachaba a la televisión cuando Toscani tenía 8 años.

El denominador común de la obra de Oliviero Toscani es la condición humana. No cabe duda. La diversidad racial, étnica, sexual, política y sobre todo la empatía y la compasión. Y aunque los temas recurrentes en sus gráficas pueden ser vistas hoy como ‘progres’ o ‘buena onditas’, en sus tiempos fueron amenazadas con condenas, intentos de cancelación (antes de que se hiciera popular esta práctica) y con censura dura y pura. Incluso la propia compañía Benetton lo despidió como su principal creativo en el año 2000, cuando Toscani decidió hacer la campaña para la marca a partir de retratos de personas condenadas a muerte en diversos países.

La provocación, la irrevencia y la incorrección política de Toscani nos harán mucha falta en estos días por vivir. Él empezó a hacer fotomontajes increíbles antes del Photoshop y mucho antes de la Inteligencia Artificial. Lo hacía casi artesanalmente. Con oficio y con creatividad. Con arte en toda la extensión de la palabra.

“No quería provocar un shock en nadie, pero sí generar sorpresa. No es lo mismo. Ahora, inmediatamente todo se convierte en una tragedia. Por eso hay que puntualizar que estar sorprendido no es lo mismo que conmocionado. Enfrente de una pintura de Salvador Dalí o de Picasso, te sorprendes. El arte se creó para sorprender. Para mí, los mejores artistas son los que son capaces de causar esa sorpresa. El arte debe hacerte pensar. Si no lo hace, no es buen arte”, le dijo hace un par de años a la revista EnclaveODS.

Ojalá que a través de las lentes de muchos otros creadores y artistas se pueda compensar su ausencia. Estoy seguro que así será.

Para hablar de Oliviero Toscani, la verdad, sobran las palabras. Mejor les comparto estas imágenes del gran artista milanés. Disfruten.

Tomada en 1975 por Oliviero Toscani, esta subversiva fotografía sitúa a Andy Warhol en el centro como fotógrafo y sujeto, visto sosteniendo una cámara Polaroid de la que emerge su autorretrato. Esta fotografía se utilizó para la marca Polaroid. El fotógrafo y el artista siguieron siendo amigos hasta el fallecimiento de Warhol.

Realizada en 1989, un año extraordinario en la historia del mundo, esta fotografía de Oliviero Toscani es un testimonio de la realidad moderna y de la idea de que la cualidad humana más noble reside en la celebración de la diferencia. Esta fotografía, en la que aparece una mujer negra amamantando a un niño blanco, se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

Realizada en 1989, un año extraordinario en la historia del mundo, esta fotografía de Oliviero Toscani es un testimonio de la realidad moderna y de la idea de que la cualidad humana más noble reside en la celebración de la diferencia. Esta fotografía, en la que aparece una mujer negra amamantando a un niño blanco, se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

Realizada en 1989, un año extraordinario en la historia del mundo, esta fotografía de Oliviero Toscani es un testimonio de la realidad moderna y de la idea de que la cualidad humana más noble reside en la celebración de la diferencia. Esta fotografía, en la que aparece una mujer negra amamantando a un niño blanco, se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

Esta estupenda fotografía de 1990, una de las obras más icónicas de Oliviero Toscani, simboliza la idea de que la diversidad une. Obra de arte singular de valor intemporal, esta pieza se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

Esta estupenda fotografía de 1990, una de las obras más icónicas de Oliviero Toscani, simboliza la idea de que la diversidad une. Obra de arte singular de valor intemporal, esta pieza se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

El amor es universal, no hay amor profano ni sagrado. Esta fotografía, una de las obras más icónicas y distintivas de Oliviero Toscani, fue realizada en 1991. Imagen controvertida que ha sido objeto de diversas censuras.

El amor es universal, no hay amor profano ni sagrado. Esta fotografía, una de las obras más icónicas y distintivas de Oliviero Toscani, fue realizada en 1991. Imagen controvertida que ha sido objeto de diversas censuras

Esta fotografía fue realizada en 1996 y simboliza la idea de que no hay raza, partiendo del corazón. Esta fotografía se utilizó para una campaña de United Colors of Benetton.

 

 

 

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