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El líder venezolano juró y asumió como presidente electo. En medio del caos social e institucional, Maduro estira su poder hasta el 2031 y responde a aquellos que dudan de la transparencia de su triunfo hace seis meses…
Un hecho impactante, histórico, desde el lugar que se lo quiera analizar. A la vista del mundo, Nicolás Maduro juró como presidente electo venezolano y dio un discurso explosivo al dedicarle el triunfo a Javier Milei, presidente argentino y Joe Biden, presidente de los Estados Unidos.
“Hoy hemos cumplido con la Constitución de Venezuela. Es un evento histórico. Aquí me han colocado los elementos simbólicos de la ley. He jurado con la fuerza y el compromiso demostrado de todos estos años de lucha. Para los traidores a la patria, que les gusta a hablar, a los que atacan a Venezuela desde el exterior, les digo que somos constructores de esta Constitución, sus redactores. Esta Constitución nació a pesar de ustedes y garantiza el poder de la democracia”, comenzó expresando Nicolás Maduro. Eufórico.
Además, Maduro recordó: “Hoy Venezuela está en paz, en pleno ejercicio de su soberanía popular, de su independencia nacional. Siempre se cumplió la Constitución porque la escribimos con el pueblo. Si hay algo que caracteriza a este pueblo es que resistimos contra el imperialismo, contra todas las formas de dominación. Es emocionante. Prometí paz y hay paz, garantizaré siempre la paz y la soberanía nacional”.
Sin embargo, poco a poco, Maduro fue elevando la temperatura de su discurso y terminó señalando a Estados Unidos: “El poder que tengo, el poder que represento, no me lo ha dado un gobierno extranjero, un presidente extranjero ni un gobierno gringo. A mi no me coloca Estados Unidos ni los gobierno derechistas de Latinoamérica. Ganamos las elecciones. El gobierno saliente de Estados Unidos se quiso vengar de nosotros y no pudo. Se los digo a ellos: les ganamos, va para ellos. Estados Unidos convirtió la elección en algo mundial. Era la joya de la corona. United States of Europa. Están derrotados. El fascismo está derrotado. La oligarquía perdió. Somos guerreros y siempre nosotros venceremos. No nacimos el día de los traidores, de los cobardes…”.
“El imperialismo está loco, desquiciados. Los presidentes de la derecha extremista del continente votan baba, baba de odio. No aprenden la lección de Guaidó. La derecha no aprende ninguna lección. La extrema derecha liderada por un nazista como Javier Milei, con Estados Unidos, cree que puede imponer un presidente en Venezuela. Nadie hace esto en este mundo. No han podido ni podrán jamás…”, sentenció Nicolás Maduro.
Al mismo tiempo que Maduro daba su discurso, Estados Unidos hizo oficial la aplicación de sanciones de visas para cerca de 2.000 ciudadanos venezolanos que considera como colaboradores de la dictadura. Además, la Casa Blanca presentó un comunicado: “Maduro ha demostrada una vez más su total despreciosidad por las normas democráticas y esa inauguración es ilegítima…”.