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El Concierto de Polymarchs: Fiesta de Fin de Año 2024 congregó a más de 200 mil personas en la Avenida Paseo de la Reforma. Este evento, que convirtió las calles, desde el Ángel de la Independencia hasta la Glorieta del Ahuehuete, en la discoteca móvil más grande del mundo podría generar una derrama económica de al menos 150 millones de pesos, de acuerdo con estimaciones preliminares para este tipo de eventos. La secretaria de Cultura de la Ciudad de México, por su parte, dijo este viernes que se espera que el evento generé una derrama económica 40 veces superior al monto invertido.
La celebración, que inició el 31 de diciembre a las 22:00 horas, contó con espectáculos de luces y música de la agrupación Polymarchs, además de la participación especial de Sonido La Conga, uno de los sonideros más emblemáticos de la Ciudad de México.
Este evento es un ejemplo del impacto económico y cultural que los sonideros aportan a las comunidades y a la ciudad en general. Sin embargo, también generó controversia debido a los 12 millones de pesos que supuestamente se gastarían en su organización. Aunque, este viernes 03 de enero, en Astillero Informa, la actual secretaria de Cultura de la Ciudad de México infromó que se prevé que el evento tenga un costo menor gracias a ahorros que la dependencia puso hacer en la renta de equipos.
Por otro lado, la polémica en redes sociales también reflejó prejuicios y estigmas socioeconómicos hacia los sonideros y las expresiones culturales populares. Los comentarios críticos están fuertemente ligados a una percepción clasista, donde se considera que este tipo de celebraciones, asociadas a la música de sonideros, no merecen el mismo apoyo o respeto que otras manifestaciones culturales más “sofisticadas”. Esta segregación cultural, de acuerdo con estudios, es un reflejo de los problemas de discriminación y clasismo que los sonideros enfrentan en la sociedad mexicana.
Sonideros en México: discriminación y clasismo contra una tradición popular
Los sonideros, una expresión cultural profundamente arraigada en los barrios populares de México, enfrentan una combinación de discriminación y clasismo que limita su desarrollo y reconocimiento. Aunque su importancia cultural y económica es innegable, prejuicios y barreras estructurales continúan marginando esta tradición que da voz y ritmo a las comunidades. Originados en barrios de clase trabajadora, los sonideros han sido injustamente asociados con desorden, delincuencia e informalidad. Un informe del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) en 2020 destaca que esta percepción está vinculada a la procedencia socioeconómica de los sonideros y sus públicos, reforzando estereotipos negativos sobre las culturas urbanas populares.
“Aunque representan una forma auténtica de expresión cultural, a menudo se les mira con desprecio por su asociación con sectores marginalizados”, subraya el informe. Por otra parte, según la Secretaría de Cultura, la mayoría de los sonideros opera en la informalidad, lo que los deja desprotegidos frente a cancelaciones arbitrarias de eventos y otras barreras legales. Mientras otras expresiones musicales cuentan con apoyo institucional, los sonideros frecuentemente enfrentan restricciones para acceder a espacios públicos. En muchos casos, los permisos para realizar bailes callejeros son negados bajo pretextos de seguridad.
Frente a este contexto, el colectivo Sonideros Unidos, en su reporte ante el Congreso de la Ciudad de México en 2022, denunció un trato desigual:
“Nuestros eventos son cancelados, pero se permite la realización de conciertos masivos sin los mismos requisitos. Esto evidencia un trato discriminatorio”, afirmaron sus representantes.
La Agenda de Políticas Culturales de la Ciudad de México (2023) señala que la música de sonideros es considerada por algunos sectores como “poco sofisticada”, lo que refleja una jerarquización clasista de las expresiones culturales. Esta percepción limita la presencia de los sonideros en foros culturales establecidos, restringiendo su visibilidad y apoyo institucional.
A pesar de los prejuicios, los sonideros generan una derrama económica significativa en eventos multitudinarios. Por ejemplo, en el Gran Baile de Sonideros y Sonideras celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México durante el Festival Noche de Primavera 2024, según un comunicado publicado por el gobierno de la capital, participaron más de 160,000 personas, contribuyendo a una derrama de 150 millones de pesos. Estos eventos también son un motor para el comercio local y la economía de las comunidades.
El llamado a la inclusión
Los sonideros continúan exigiendo reconocimiento legal y protección laboral. En julio de 2022, representantes del gremio solicitaron al Congreso local una legislación que regule su actividad y proteja su trabajo frente a los abusos. Sin embargo, hasta el momento, los avances han sido limitados. Rescatar y dignificar esta tradición no solo implica un reconocimiento cultural, sino también un compromiso para combatir las inequidades que perpetúan su exclusión.
Catedráticos de la UNAM han señalado que los sonideros son mucho más que un baile callejero: son una forma de resistencia cultural y una expresión de identidad comunitaria que merece ser valorada y protegida.
Declaratoria de la Cultura Sonidera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México
El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, encabezó la entrega de la Declaratoria de la Cultura Sonidera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México, la cual fue oficializada en octubre de 2023. Este reconocimiento reafirma al Sonidero como una expresión artística auténticamente popular, nacida en los barrios y pueblos capitalinos, que promueve la cohesión social y construye el sentido de identidad de quienes forman parte de los grupos de baile y música.
“Es una convergencia de estilos musicales, que engloba distintos aspectos de las manifestaciones artísticas y culturales, es música, es baile, es iluminación, es fiesta. (…) Y son una expresión cultural auténticamente popular, de gran raíz popular, surgida del barrio, del corazón, en el corazón del barrio están los sonideros, un fenómeno único. (…) Aquí está el Decreto para todas las comunidades sonideras, para los sonideros, las sonideras de la Ciudad de México, con todo cariño del Gobierno de la Ciudad de México”, expresó.
Frente a cientos de representantes de la música sonidera y sus familias, Martí Batres dio lectura al Decreto publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el pasado 6 de octubre de 2023, que establece el desarrollo de un Plan de Salvaguardia para la preservación y difusión de esta manifestación cultural.
“La presente Declaratoria tiene como finalidad establecer la responsabilidad de preservar la expresión declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial, a través del plan de salvaguarda. (…) Para asegurar la identificación y divulgación de la expresión inmaterial y protegida en el presente decreto, en un término de 10 días hábiles, a partir de la entrada en vigor del presente decreto, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, deberá incorporarlo a la plataforma digital del patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México”, comentó.
El mandatario capitalino, resaltó que para el Gobierno, la cultura ocupa un lugar central en la creación de políticas públicas, por lo que se han llevado a cabo diversas iniciativas para acercar a la población a la danza, la música y el arte, así como para reconocer y proteger diversas expresiones que dan identidad a la Ciudad de México. Además, anunció que antes de finalizar el año se realizará otro concierto masivo en la explanada del Zócalo de la Ciudad.
“Llevo aquí al frente de la Jefatura de Gobierno poco más de 100 días, y pedí: ‘Vamos haciendo un programa para llevar también música y baile a pequeñas explanadas, no sólo en Zócalo’, y luego luego, con el equipo de Cultura, sacaron el programa ‘El Barrio Baila’.
Luego, estaba la iniciativa de los compañeros Rodrigo de la Cadena y otros, de otro género, el bolero, vamos a sacar la declaratoria del Día del Bolero, y salió 25 de agosto, Día del Bolero en la Ciudad de México. Luego estuvo la solicitud, otro género, de los amigos del tianguis El Chopo, para sacar la declaratoria de Patrimonio Cultural y Material del Tianguis del Chopo y salió también”, señaló.
La secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Claudia Curiel de Icaza, destacó que es fundamental la coordinación del Gobierno con los grupos culturales que conforman la identidad de la ciudad, siendo la Comunidad Sonidera una de las más representativas, con más de 10 mil integrantes. Indicó que con la Declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial, se desarrollarán proyectos para investigar y proteger al Sonidero, de la mano de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“Es importante compartir que las Declaratorias de Patrimonio Cultural Material e Inmaterial están normadas por la ley, tienen un trabajo, es un proceso de investigación que toma meses, que involucra a las comunidades, que involucra a académicos, que involucra al gobierno, que involucra comités que dictaminan, es decir, dar una declaratoria es un trabajo profundo justamente por la relevancia de lo que implica. (…) Este trabajo profundo contempló también un Plan de Desarrollo de Salvaguarda, las declaratorias sin el plan de salvaguarda no tienen ningún sentido, porque es lo que hace que justamente estas expresiones perduren y se revitalicen a lo largo del tiempo; con la UNESCO vamos y estamos trabajando para implementarlo de una manera muy seria”, apuntó.
Claudia Curiel informó que debido al éxito del Gran Baile de Sonideros en el Festival Noche de Primavera 2022, en el Zócalo capitalino, la edición de este año también contará con la presencia de esta comunidad.
Por su parte, el representante de la UNESCO en México, Andrés Morales, explicó que una manifestación cultural solamente puede ser considerada como patrimonio si la propia comunidad le otorga ese valor y subrayó que con las declaratorias se visibilizan prácticas y movimientos que dan sentido a la población de un lugar, agregó que el sonidero es un espacio de constante intercambio cultural que, además, ha incorporado a las mujeres como importantes representantes del movimiento.
“Desde la UNESCO, queremos felicitar a la Ciudad de México y a su Gobierno por declarar Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad a la Cultura Sonidera, pues sabemos que surge del propio interés de la comunidad sonidera para que su práctica sea reconocida como patrimonio de esta ciudad. (…) La cultura sonidera es una práctica que se transmite entre las familias y que ya viene un relevo generacional que se recrea constantemente en los barrios y en las colonias más populares de esta ciudad, que dicho sea de paso, son la gran mayoría y que difunden un sentimiento de pertenencia, de identidad y de orgullo a quienes forman parte de ella”, expresó.
Durante su intervención, la antropóloga y gestora cultural, Mariana Delgado, apuntó que la comunidad de sonideros y sonideras en la Ciudad de México ha enfrentado una larga lucha por la desestigmatización de sus prácticas y la apropiación de espacios públicos, por lo que impulsar investigaciones, foros y eventos que los acerquen a la población, contribuye a combatir la discriminación y a visibilizar este fenómeno cultural y social caracterizado por la música, el baile y el esparcimiento, encabezado por la clase trabajadora.
“Entre todas y todos, sumamos para llegar hoy a esta Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial, que es la ocasión para reconocer la potencia del movimiento sonidero como un portador de una cultura extraordinaria que promueve el disfrute de la vida y la recreación de la identidad a través de la música y el baile. Como un promotor importantísimo de desarrollo económico y social, al poner en marcha una industria cultural y un modelo cultural que ofrece un medio de vida a millares de familias. (…) Como habilitador del ejercicio, real y completo de los derechos culturales de la ciudadanía”, resaltó.
Asistieron también el director general de Gestión Institucional y Cooperación Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Jorge Muciño Arias; las diputadas Ana Francis López Bayghen Patiño, Mónica Fernández César e Indalí Pardillo Cadena; así como integrantes y representantes de la comunidad sonidera como Sonido La Changa, Sonido Marisol, Sonido Memo Mix, Sonido Mecánico, entre otros.
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