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El funcionario, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, refirió que esto ya sucede con el mercado del acero. “De este modo, China está, por así decirlo, exportándonos su deflación”, dijo.
China podría empezar a vender sus productos a Europa a precios rebajados si Estados Unidos inicia una guerra comercial imponiendo nuevos aranceles, según Klaas Knot, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.
En tal situación, “existe la posibilidad de que los chinos empiecen a ofrecer sus productos en Europa a precios cada vez más bajos”, dijo Knot en una entrevista publicada el lunes en el diario holandés Volkskrant.
“Ya estamos viendo que eso ocurre en el mercado del acero”, dijo. “De este modo, China está, por así decirlo, exportándonos su deflación.
Los responsables políticos de todo el mundo están pendientes de lo que ocurra con EE.UU. por los posibles gravámenes comerciales cuando Donald Trump regrese a la Casa Blanca en enero.
El presidente estadounidense entrante ha prometido imponer aranceles a otros países, con China a la cabeza de su lista, con gravámenes hasta del 60%, mientras que a sus principales socios comerciales, México y Canadá, les impondría otro de 25%.
Este mes, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, afirmó que una guerra comercial desencadenada por nuevos aranceles estadounidenses lastraría significativamente la expansión económica global.
“Si estalla una guerra comercial, será extremadamente negativo para la economía mundial, en particular para el crecimiento, pero también para la inflación”, afirmó. Knot se hizo eco de su colega del BCE.
“Existe, por supuesto, una seria posibilidad de una guerra comercial, y eso es algo malo para una economía abierta como la holandesa”, dijo. Refiriéndose a un reciente viaje a China, Knot señaló que el presidente Xi Jinping “dejó la clara impresión de que China está preparada para cualquier cosa que pueda venir de EE.UU.”.
Volviendo a los asuntos internos, Knot advirtió a los sindicatos de que las fuertes demandas de aumento salarial en Europa corren el riesgo de acelerar la inflación.
Aunque es justo querer restaurar el poder adquisitivo, “solo les digo a los sindicatos: es una cuestión de dimensiones”, dijo. “Todos sienten en sus huesos que una demanda salarial del 7% no se corresponde con una vuelta de la inflación al 2%”