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Si bien la compra hostil que inició en mayo pasado por parte de la casa matriz del mayor banco del Sistema del País, BBVA México, ha logrado aprobaciones relevantes, aún no ha despejado la aceptación de los accionistas de Sabadell, los mayores tenedores del banco, con más del 50% de las acciones en circulación
El organismo antimonopolios de México, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), aprobó la operación por la que BBVA “adquirirá indirectamente las acciones que Banco Sabadell posee en varias subsidiarias en México”, afirmó el banco el lunes.
“En su análisis, la Cofece concluyó que la operación no genera riesgos para la competencia en el sector bancario del país”, aseveró el banco global de origen español en un comunicado.
En concreto, la entidad señaló que en la resolución del organismo autónomo, no publicada aún en su página por un aviso de suspensión de actividades del Sector Público por las festividades de fin de año desde este día 23 y hasta el 3 de enero próximo, la autoridad antimonopolios mexicana determinó que “la operación notificada tendría pocas probabilidades de afectar al proceso de competencia y libre concurrencia económica”.
A pesar de que la casa matriz del mayor banco del Sistema del País, BBVA México, ha logrado aprobaciones relevantes desde que lanzó su oferta hostil en mayo pasado, todavía no ha alcanzado la aceptación de los accionistas de Sabadell, que concentran la tenencia del banco catalán con más del 50% de las acciones en circulación.
Nubarrones
Desde septiembre, los accionistas minoritarios del legendario Banco Sabadell, fundado en 1881, se han estado agrupando en contra de la oferta hostil lanzada por BBVA el 9 de mayo en la parte final de un proceso que debería concluir hacia mediados de marzo del 2025.
El acercamiento del segundo banco de mayor tamaño de España al banco catalán inició con una propuesta original de fusión, que fue rechazada, dando paso a la compra hostil valuada en 11,500 millones de euros, unos 12,400 millones de dólares.
Según el calendario de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) reportada por BBVA el lunes, los pendientes clave son, además, las autorizaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) españolas, así como la del ministro de Economía y Comercio de España.
Uno de los opositores a la compra hostil más fuerte ha sido la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco Sabadell, que considera que el banco en solitario tiene un futuro más atractivo para los inversionistas que ser “una parte pequeña del BBVA”. Aseguran que la absorción tampoco sería positiva para la economía y las empresas de Cataluña.
En sus argumentos, BBVA ha expuesto que la operación significaría dar paso a la segunda entidad financiera de España, con una economía que sitúa por encima de la media de los países de la Eurozona, con proyecciones de 2.1% y 2% para 2024 y 2025.
A diciembre de 2023, la rentabilidad de BBVA España alcanzó un nivel de 19%. Con datos del cierre del 2023, la entidad resultante por la combinación presentaría un valor de su cartera de préstamos de 265,000 millones de euros, y una participación en el mercado de crédito cercana al 22% en España, combinando las participaciones vigentes de 13.8% BBVA y de 8.1% de Sabadell.
En su proceso de adquisición, BBVA ha obtenido 2 de las aprobaciones más relevantes, la de Prudential Regulation Authority (PARA) del Reino Unido, el 3 de septiembre, y la no oposición del Banco Central Europeo (BCE), el día 5 de ese mismo mes.
BBVA agregó el lunes que apenas el 26 de noviembre la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea finalizó la revisión de la OPA bajo el Reglamento Europeo de Subvenciones Extranjeras “sin plantear objeciones”.