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Ante la mayor persistencia de la inflación de los servicios, el banco central elevó sus expectativas de los precios subyacentes a 3.5% para el segundo trimestre del 2025, y a niveles de 3.4% y 3.3% para el tercer y cuarto trimestres de ese año, respectivamente. También la de los primeros 3 meses del 2026, que pasó a 3.2%
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), el máximo organismo de decisión de la política monetaria del País determinó por unanimidad recortar en 25 puntos base la tasa de interés referencial a 10%, un nivel ampliamente esperado por los mercados y con el que cierra 2024.
“Se continúa esperando que las inflaciones general y subyacente presenten una tendencia a la baja hacia delante. Sin embargo, considerando una mayor persistencia en la inflación de servicios, dichos pronósticos se revisaron al alza”, estableció en su comunicado de política sobre su última reunión del año.
Los miembros de la Junta de Gobierno elevaron los estimados de la inflación general desde el segundo trimestre del 2025, de 3.4% a 3.5%, mientras que las del tercer y cuarto trimestre de ese año pasaron del 3.1% al 3.4%, y del 3.0% al 3.3%, en cada caso.
Para 2026, el banco central estima inflaciones en México de 3.2% y 3.1% para el primer y segundo trimestres de ese año, desde la expectativa anterior de 3% en ambos casos.
Lo mismo ocurrió con las expectativas sobre la inflación subyacente, llamada medular al determinar la trayectoria de la inflación general en el más largo plazo, donde los pronósticos se elevaron a partir del segundo trimestre del 2025, pasando desde un nivel de 3.1% al 3.4%.
Las del tercer trimestre lo hicieron de un 3.3% a un 3.5% mientras que para el cuarto trimestre pasaron de un 3.0% a un 3.3%. Para 2026, los miembros de la Junta sostuvieron sus proyecciones de la inflación clave o medular en 3%.
Mete presión aranceles Trump
Ahora se espera que la inflación general converja a la meta hasta el tercer trimestre del 2026 contra el último trimestre del 2025 de su expectativa anterior.
“La posibilidad de que se implementen aranceles a las importaciones de Estados Unidos provenientes de México ha añadido incertidumbre a las previsiones”, indicaron en su comunicado los responsables de la política monetaria.
Advirtieron que su materialización podría implicar presiones sobre la inflación en ambos lados del balance, por lo que los pronósticos están sujetos a riesgos al alza derivado de una persistencia de la inflación subyacente.
También por una mayor depreciación cambiaria y por mayores presiones de costos, así como por las afectaciones climáticas y las disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales.
Los riesgos a la baja para la inflación responderían a una actividad económica menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones en los costos, y que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación “sea menor al anticipado”.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza” destacaron.
Si bien el panorama inflacionario ha venido mejorando en México tras los profundos choques ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania, donde el comportamiento de la inflación subyacente da cuenta de esta mejoría en los últimos meses, los funcionarios valoraron que la política monetaria aún amerita una postura restrictiva.
Por más recortes
Hacia delante, la Junta de Gobierno prevé que el entorno inflacionario permita seguir reduciendo la tasa de referencia.
“Ante el avance en la desinflación podrían considerarse en algunas reuniones ajustes a la baja de una mayor magnitud, si bien manteniendo una postura restrictiva”.
En este sentido, consideraron que la naturaleza de los choques que han afectado al componente no subyacente, relacionado con precios volátiles asociados a la Energía y la Agricultura, por su parte, se ve compensado con la previsión de que sus efectos sobre la inflación general se disipen en los siguientes trimestres.
La Junta de Gobierno apuntó que en su decisión de política en la última parte del año tomó en cuenta la trayectoria a la baja que ha seguido el componente subyacente, los niveles que ha alcanzado y la previsión de que continúe descendiendo.
“El Banco Central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable” dijo.