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El representante Mike Johnson ganó el miércoles la nominación republicana para permanecer como presidente de la Cámara de Representantes. Se trata de un republicano cercano a Donald Trump, que adoptó las prioridades del presidente electo relacionadas con deportaciones masivas, recortes de impuestos, recortes de fuerza laboral federal, una imagen más fuerte de Estados Unidos en el extranjero y que mencionó, antes de las elecciones, la intención de derogar la Ley CHIPS, una de las políticas industriales centrales del gobierno de Estados Unidos.
Aunque oficialmente no se han dado declaraciones al respecto, la derogación de la Ley de CHIPS podría formar parte de la agenda de 100 días para evitar los errores del primer mandato de Trump.
La propuesta de incentivos para producir semiconductores comenzó en Estados Unidos con la firma de la Ley CHIPS en 2022, impulsada por el presidente Joe Biden. Esta legislación destina aproximadamente 52 mil millones de dólares para estimular la fabricación de semiconductores y el desarrollo de tecnología avanzada en Norteamérica y otros países fuera de la región. Hasta ahora, empresas como Intel, Micron o incluso TSMC han sido consideradas para los subsidios, pero no los han recibido aún.
El objetivo principal de la Ley CHIPS es fortalecer la producción de semiconductores y reducir la dependencia de las importaciones, en particular de Asia, lo cual fue evidente durante la pandemia con la crisis de suministro que afectó a industrias globales, desde la automotriz hasta la de telecomunicaciones.
México, con su proximidad geográfica y tratados comerciales como el T-MEC, se ha beneficiado de la Ley CHIPS mediante una alianza estratégica con Estados Unidos desde marzo de 2024. Esta colaboración busca establecer nuevas cadenas de suministro en la región y capitalizar las ventajas del nearshoring, lo cual ha llevado a que diversas empresas de semiconductores consideren a México como un centro de producción potencial, entre ellos Intel y Skyworks Solutions.
Ambas empresas tienen fábricas en Baja California enfocadas en la programación y ensamblaje de chips. Estas instalaciones forman parte de una estrategia regional que permite a México participar en la producción y distribución de semiconductores para América Latina y el mercado norteamericano.
Foxconn, por otra parte, conocida por su rol en el ensamblaje de tecnología avanzada, recientemente se asoció con Nvidia para ensamblar chips GB200 en México, un proyecto que busca fortalecer la presencia de esta industria en el país.
En Estados Unidos, el estado de Arizona es uno de los que más inversión ha recibido a través de la Ley CHIPS. Mark Kelly, senador por este estado, dijo que la llegada de TSMC a la entidad había atraído más de 100,000 millones de dólares en inversiones alrededor de los semiconductores.
Y es que no sólo se trata de las fábricas de chips, sino también de otras áreas en la cadena de suministro, como la explotación de materiales para los procesadores o talento especializado para este sector.
Es por ello que tras las declaraciones de una posible derogación, el presidente del The Greater Phoenix Economic Council, Chris Camacho, dijo que si se produce esta cancelación de la Ley, “todas las inversiones actuales y futuras estarían en juego”.
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