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Este martes, NASCAR impuso multas por un total de 600,000 dólares y nueve suspensiones a miembros clave de tres equipos: Richard Childress Racing, Trackhouse Racing y 23XI Racing. Las sanciones fueron una respuesta al incidente ocurrido durante la Xfinity 500 en Martinsville Speedway, donde se descubrió que había una aparente coordinación entre los compañeros de equipo de Chevrolet, William Byron y Christopher Bell, en un intento por asegurar sus posiciones en los lugares finales del campeonato.
El Incidente y las sanciones
El incidente fue desvelado cuando comunicaciones dentro del coche entre los pilotos sugirieron que las tácticas cooperativas fueron utilizadas para manipular la carrera. Austin Dillon, Ross Chastain y Bubba Wallace fueron los pilotos que ayudaron a William Byron y Christopher Bell a avanzar a través de la parrilla. Dillon y Chastain trabajaron juntos para bloquear a otros competidores, mientras que Wallace redujo la velocidad de manera estratégica en la última vuelta, lo que permitió a Bell superar a Byron en un desempate.
NASCAR respondió con multas económicas y penalizaciones de puntos a los pilotos involucrados, pero, curiosamente, no se emitieron suspensiones para los conductores en esta ocasión. La decisión de no suspender a los pilotos se basó en el enfoque de NASCAR de sancionar más severamente a los líderes del equipo y al personal de los equipos, dado que las tácticas manipulativas fueron percibidas como el resultado de una coordinación a nivel de equipo, más que de los propios pilotos.
El enfoque en los líderes de equipo
Elton Sawyer, Vicepresidente Senior de Competición de NASCAR, explicó que la organización deseaba enviar un mensaje claro sobre la necesidad de mantener la integridad en las carreras.
“Queremos que los aficionados vean una competencia pura en la pista. Este es un esfuerzo colectivo de los propietarios de los equipos, los líderes y NASCAR para garantizar que se cumplan nuestras reglas”, afirmó Sawyer.
Aunque los pilotos no fueron suspendidos esta vez, Sawyer dejó claro que los conductores no estarán exentos de sanciones más severas si se repiten este tipo de comportamientos. “Estamos programando reuniones con los pilotos esta semana para que entiendan nuestra postura: cualquier cosa que comprometa la integridad de nuestro deporte resultará en consecuencias firmes”, añadió.
Impacto en los equipos y la industria
El incidente no solo afectó a los pilotos, sino también a los fabricantes y a las estrategias de equipo. NASCAR también está considerando un ajuste en el reglamento que podría abordar más específicamente el papel de los fabricantes, como Chevrolet, en estos incidentes de manipulación de carrera. Aunque el reglamento actual no menciona explícitamente a los fabricantes, NASCAR está revisando la posibilidad de implementar reglas más estrictas que afecten a los OEM (Fabricantes de Equipos Originales) si las tácticas manipulativas continúan siendo un problema.
Además, NASCAR programó reuniones con los socios fabricantes para asegurarse de que todos los participantes del deporte mantengan una competencia justa.
“Queremos alinearnos con los fabricantes, equipos y pilotos para que todos entiendan las expectativas y se mantenga el espíritu de la competencia limpia”, agregó Sawyer.
Repercusiones y poosible apelaciones
Aunque los equipos involucrados ya han indicado que planean apelar las sanciones, NASCAR dejó claro que la próxima vez podría haber consecuencias más severas, incluyendo penalizaciones directas para los pilotos y posiblemente suspensiones si se siguen violando las reglas de integridad de la competencia. NASCAR se mostró firme en su postura, subrayando que el objetivo es garantizar “carreras puras” para los aficionados.
Sin evidencia de mala conducta de Byron o Bell
NASCAR también aclaró que no encontró evidencia de mala conducta por parte de William Byron ni Christopher Bell. Las comunicaciones de Byron no revelaron ninguna estrategia manipulativa, y la penalización de Bell se vinculó a su agresivo “wall-riding” durante la carrera, una táctica que tampoco fue considerada como manipulación directa de la carrera.
El futuro de la competencia en NASCAR
Con solo tres carreras restantes en la temporada, NASCAR ha intensificado sus esfuerzos para proteger la integridad del campeonato. Elton Sawyer dejó claro que esta sanción no solo busca responder a un incidente aislado, sino también reafirmar el compromiso de la organización con una competencia limpia y justa. Con las apelaciones pendientes, todo el ojo estará puesto en cómo NASCAR maneja las posibles repercusiones a largo plazo para los equipos y pilotos.
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