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El triunfo de Donald Trump cambia el mapa político por completo. Algunos líderes políticos están felices por el resultado, pero uno de ellos quedó más expuesto que el resto…
Hasta hace unos meses apoyó a Nicolás Maduro. Hasta hace unos meses se peleó con Elon Musk. Y hasta hace unos meses, tenía un pensamiento polémico sobre Donald Trump: “Un triunfo de Trump en Estados Unidos sería muy negativo, es el nazismo con distinta cara. Votar a Kamala Harris es la opción más segura, fortalecería la democracia”. La realidad es que Lula Da Silva quedó en fuera de juego y ahora tendrá que limpiar su imagen, una vez más.
El mandatario brasileño quedó atrapado en esta elección de los Estados Unidos y el triunfo de Trump es un golpe letal en su política exterior. Lula siempre se ha mostrado cerca a líderes políticos como Nicolás Maduro, Gustavo Petro, AMLO y ahora, Claudia Sheinbaum. No obstante, su pedido de votar a Kamala Harris provoca que la relación entre ambos países comience de la peor forma.
A través de su red social, Lula pasó de señalarlo de nazi a felicitarlo por su triunfo: “Mis felicitaciones al presidente Donald Trump por su victoria electoral y regreso a la presidencia de Estados Unidos. La democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada. El mundo necesita diálogo y trabajo conjunto para tener más paz, desarrollo y prosperidad. Le deseo suerte y éxito al nuevo gobierno…”.
Lógicamente, el comunicado se viralizó y fue tomado de forma irónica por los ciudadanos ya que la verdadera opinión de Lula sobre Trump es la manifestada anteriormente. Como si fuese poco, Lula se ha convertido en un enemigo diplomático de Israel, aliado absoluto por parte de Trump, lo que tensiona más todavía la relación bilateral.
Para Lula, el triunfo de Donald Trump es muy peligroso porque cree que buscará potenciar nuevamente a Jair Bolsonaro. En el Gobierno de Brasil saben que a partir de ahora, Lula deberá saber administrar tensiones porque Trump ya sabe al detalle, la postura de Lula y el punto es que no coinciden en nada. Además, hace unos meses, Lula presionó y liquidó a Elon Musk, llegando a bloquear la red social X. Para Trump, Musk fue pilar fundamental de la campaña y posterior triunfo.
Se vienen tiempos turbulentos para Lula. La soledad en el poder se hace presente y los lazos políticos se van deteriorando, mientras tanto, la sombra de Bolsonaro vuelve a fortalecerse.