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El presidente argentino decide eliminar la AFIP, la agencia recaudadora de impuestos. La medida es celebrada por gran parte de la sociedad y su imagen positiva supera el 60 por ciento
Desde hace años, la sociedad siempre observó a la AFIP como un antro argentino. La Administración Federal de Ingresos Públicos se dedicó a controlar los impuestos de cada ciudadano argentino, pero posiblemente, exceptuando a los que trabajaban dentro de ese organismo.
En medio de un país que busca salir de la pobreza, escapar de la inflación y empezar a vivir un poco mejor, dentro de la AFIP había personas que tenían un salario de 32 millones de pesos argentinos mensuales (32 mil dólares al precio oficial). “El gobierno les anuncia muy felizmente que a partir de hoy la Administración Federal de Ingresos Públicos, más conocida como AFIP, dejará de existir”, fueron las palabras que eligió Manuel Adorni para comunicar la eliminación del ente recaudador.
“Se van a reducir un 48 por ciento las autoridades superiores y un 31 por ciento los niveles inferiores de la estructura actual. Van a reubicarse y pasar a disponibilidad unos 3100 empleados que ingresaron en el último gobierno. Esta decisión provocará un ahorro presupuestario en torno a los 6.400 millones de pesos al año. Para que sepan, hoy la titular de AFIP cobra más de 30 millones de pesos por mes y los directores más de 17 millones por mes. Ahora van a pasar a cobrar sueldos equiparables a lo que cobran los ministros y los secretarios de Estado (3 millones de pesos, equivalente a 3 mil dólares)”, sentenció Adorni.
Poco después de las palabras de Adorni, Javier Milei publicó un comunicado: “Se decidió disolver la AFIP y crear en su lugar un nuevo organismo con una estructura más simple, más eficiente y menos costosa llamada Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA). De esta manera, el gobierno nacional destruirá los circuitos corruptos, eliminará privilegios del pasado y optimizará la gestión pública”.
Por su parte, la Comisión Directiva que representa a los trabajadores de AFIP (desconocida hasta el momento por los argentinos), salió en defensa de la decisión y asegura medidas de fuerza: “No serán toleradas desvinculaciones en base al origen político, ni por ninguna otra causa que no derive de un sumario administrativo con resolución firme. De igual manera no será tolerada ninguna forma de afectación de nuestros haberes, entendiendo que nos resguardan tanto la Constitución Nacional como nuestro convenio colectivo…”.
Las primeras encuestas de distintas consultorías, aseguran que Javier Milei ganaría las próximas elecciones legislativas en 2025 con más del 55 por ciento, lo que sería un récord absoluto y un apoyo total por parte de la sociedad argentina.
