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Miguel Ramírez-Vergara
Ante la visita a México de James Robinson, en la segunda semana de noviembre, en el marco del encuentro organizado por la Asociación Mexicana de Afores, representa una oportunidad para reflexionar acerca de sus teorías y preceptos aplicados a nuestras instituciones, tanto públicas, como privadas, en el combate de la pobreza en países como México. El autor del reconocido libro “¿Por qué fracasan los países?, publicado hace poco más de 10 años, argumentó entones que el éxito de un país está conectado a la capacidad inclusiva de sus instituciones.
“La pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo y la explotación de los indígenas”, reiteró Robinson el pasado 14 de octubre a la periodista Cecilia Barría de BBC News. Y agregó que es necesario construir instituciones políticas y económicas más inclusivas en la región latinoamericana, en África Subsahariana y, sorpresivamente, en Estados Unidos, entre otros lugares.
Ya en 2020 y en 2022, el Centro Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), reportó una reducción en los índices de pobreza multidimensional, pasando de 43.9% al 36.3% y la pobreza extrema del 8.7% al 6.0%, mostrando cómo las políticas en conjunto, entre los sectores público y privado, pueden mejorar el bienestar de millones de familias. Aunque hay mucho trecho por recorrer aún para que esta reducción sea sustentable en los próximos años.
Siguiendo la mirada del premio Nobel, reflexionemos ¿cómo pueden las empresas mexicanas, los profesionistas y el gobierno trabajar juntos para tener el piso parejo y crear una cultura que impulse la inclusión, la innovación y el crecimiento? Y que también reduzcamos la brecha económica, el techo de cristal, erradiquemos el capitalismo de cuates, el clasismo y el racismo. Exploremos varias opiniones, sin politizar y sin señalar culpables, ¿qué opinan?
1. La culturización y comunicación en las empresas: Las empresas no solo deben ser vistas como motores económicos, sino como corresponsables para la transformación social, más allá de la tan traída y llevada creación de empleos. Para que las organizaciones privadas puedan ser verdaderamente competitivas en el escenario global, deben fomentar una cultura inclusiva, basada en la confianza, la transparencia, la ecología y la colaboración. Aquí es donde el análisis de Robinson cobra relevancia: cuando las instituciones dentro de las empresas son fuertes y promueven la participación de todos sus miembros, los resultados tienden a ser mucho más favorables.
La pregunta para los empresarios es: ¿Está tu modelo de negocios construyendo diariamente una cultura organizacional que fomente la participación y el desarrollo de las y los trabajadores? O ¿mantienes estructuras de élite que limitan el potencial de tu empresa?
2. La culturización de los trabajadores y profesionistas independientes: También hay un rol importante de los trabajadores y profesionistas independientes, principalmente cambiando hacia una comunidad de aprendizaje, colaboración en temas de mejora continua, apertura para la innovación y participación en círculos de aprendizaje formales e informales.
La pregunta para este grupo es: ¿Estás dispuesto a participar como ciudadano en la exigencia de rendición de cuentas y transparencia a las autoridades? ¿Quieres ser parte de un cambio en un ambiente participativo en tu trabajo y en tu comunidad?
3. La culturización en el gobierno: Si bien las empresas y los profesionistas tienen un papel crucial, es el gobierno quien debe sentar las bases para una culturización sostenible. El gobierno mexicano debe trabajar en el fortalecimiento de instituciones inclusivas que generen confianza y que promuevan el bien común por encima de los intereses individuales. Tal como lo argumenta Robinson, las instituciones inclusivas son el corazón de cualquier sociedad próspera.
La falta de cultura política, la corrupción y el desinterés por las políticas públicas de largo plazo son obstáculos que deben ser superados.
Para el gobierno mexicano, la pregunta es: ¿Estás dispuesto a transformar las instituciones para que realmente sirvan a la sociedad, o seguirás manteniendo estructuras que favorecen el statu quo cada seis años?
La gran pregunta que debemos hacernos como sociedad es: ¿Estamos dispuestos a tomar los pasos necesarios para lograr un verdadero cambio, o seguiremos perpetuando las mismas dinámicas en clasismo, racismo, techo de cristal, salarios bajos, daños al ecosistema, que nos han limitado hasta ahora?
Miguel Ramírez-Vergara
Asesor en comunicación de negocios, periodismo, capacitación de voceros y conferencista. Cuenta con más de 27 años de experiencia en la asesoría y consultoría en comunicación de negocios, periodismo, relaciones públicas y manejo de crisis para diversas corporaciones.
Inició su carrera en el diario Reforma (1994) donde fue parte de la primera selección de reporteros. Colaborá en comunicación interna paa Schneider Electric México, así como en Softtek.
Director general y socio fundador de CyPress. Comunicación y Prensa. En la agencia de relaciones públicas AB Comunicación, fue ejecutivo de cuentas de las marcas de Aeroméxico, Mabe, CONCAMIN (Industria del Transporte) y KLM Airlines.
Fundó la agencia CyPress, Comunicación y Prensa, en donde asesora a diferentes directivos de: OSRAM, Pioneer, HBO, Cartoon Network, Telemundo Internacional.
Es fundador y asesor de la Red Iberoamericana de Comunicadores Públicos (IBERCOMP), con sede en España y co-fundador del grupo de estudio CREA con Inteligencia Artificial.
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