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La independencia del banco central ha despertado interés en los meses previos a la elección presidencial donde competirá Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, pocos días antes de que la Fed anuncie su decisión sobre las tasas de interés el 7 de noviembre.
Si bien el banco central estadounidense tiene características que ayudan a aislarlo de ser controlado por el presidente, hay formas menos convencionales en las que la Casa Blanca podría tratar de influir en la política monetaria.
Información de Bloomberg cita que JPMorgan Chase & Co, dijo el jueves que los mercados financieros moderarían cualquier posible intento de Donald Trump de ejercer demasiada presión sobre la independencia de la Reserva Federal en caso de que el expresidente republicano gane las elecciones estadounidenses en noviembre.
Michael Feroli, economista jefe del banco en Estados Unidos, manejó estos escenarios en una nota enviado a clientes.
Una forma directa sería destituyendo y sustituyendo a Jerome Powell al frente de la Fed, una medida que, según los juristas, sería difícil.
“Otro posible freno a un intento de destitución de un presidente de la Fed en funciones es la reacción de los mercados financieros. Como presidente, Trump estaba muy atento a los precios de los activos como un indicador de su administración”, escribió Feroli.
“Destituir a un presidente tan respetado como Powell podría provocar una fuerte reacción en los mercados, posiblemente elevando los costos de endeudamiento del Tesoro y amenazando el estatus de moneda de reserva del dólar.”
La independencia del banco central ha cobrado protagonismo en los meses previos a las elecciones de noviembre, en las que Trump se enfrentará a la vicepresidenta, Kamala Harris, pocos días antes de que la Fed anuncie su próxima decisión sobre las tasas de interés.
Si bien Feroli escribió que una victoria de Harris llevaría a una continuación de la relación actual entre la Casa Blanca y los responsables monetarios, “hay preguntas más interesantes tras una victoria Trump”.
Prestigio
De hecho, la reputación del capitán de la Reserva Federal se extiende en buena medida a los banqueros centrales y regionales de la institución monetaria.
El jueves, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, dijo que las minoristas y otras empresas han hecho acopio de artículos para dos semanas en previsión de la huelga de estibadores, que cumple hoy tres días.
Sin embargo, de llegarse a prolongar el paro, las interrupciones en la cadena de suministro podrían presionar los precios y lastrar la economía. “Empieza como un inconveniente y empeora cuanto más se prolonga”, mencionó Goolsbee a la emisora de radio pública de Chicago WBEZ.
Tanto partidarios como detractores de Trump se han preguntado si, en caso de ser reelegido, trataría de reducir la autonomía de la Fed.
El propio republicano dijo, en una rueda de prensa en agosto, que estaba convencido de que el presidente debía tener “voz y voto” en la política de tasas de interés. Trump sostuvo previamente que permitiría que Powell, a quien discutió despedir en 2018, cumpliera su mandato, pero que no lo volvería a nombrar.
Los bonos del Tesoro estadounidense acaban de registrar una racha alcista de cinco meses, la más larga desde 2010, mientras la Fed se embarca en su ciclo de recortes de tasas de interés. Un indicador Bloomberg del dólar ha repuntado esta semana, acumulando un avance anual en torno al 1.6%.
Incluso el índice S&P 500 se ha disparado este año hasta alcanzar nuevos récord.