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Grupo México Transportes dijo que adquirió el 60% de Golfo de Mexico Rail Ferry Holdings, LLC y de Rail Ferry Vessel Holdings LLC, cuyo negocio principal es la prestación del servicio de transportación marítima de vagones ferroviarios entre EU y el País, conocido como Ferrobuque
Grupo México Transportes (GMXT) adquirió en la presente semana el 60% de las acciones de Golfo de Mexico Rail Ferry Holdings, LLC y de Rail Ferry Vessel Holdings LLC a través de su subsidiaria GMXT MARINE, LLC, por lo que pagó 67.7 millones de dólares (mdd).
El negocio principal de ambas entidades es la prestación del servicio de transportación marítima de vagones ferroviarios entre Estados Unidos y el País, conocido como Ferrobuque, agregó GMXT en un comunicado enviado a inversionistas del mercado de valores.
La compra fue fondeada con recursos propios, detalló la unidad de transporte con administración propia del conglomerado Grupo México, ambos propiedad del empresario Germán Larrea.
GMXT mencionó que ya tenía una participación mayoritaria en el capital social de Terminales Transgolfo, entidad que opera la terminal de ferrobuques en Coatzacoalcos, Veracruz.
Con su nueva compra, destacó, se tendrá “un interés mayoritario y control” sobre las entidades que actualmente prestan el servicio de ferrobuque en la terminal portuaria de Mobile, Alabama, en los Estados Unidos.
“La adquisición permitirá a GMXT seguir consolidándose como empresa líder en la transportación de carga en la región, fortaleciendo su compromiso con México y el sur de los Estados Unidos”.
Beneficios al Sur
La compañía aseveró que con la adquisición reitera “su confianza en la nueva infraestructura construida por el Gobierno de México en la región” y que favorece al Sur del País.
Para la empresa especializada en transporte ferroviario de carga más importante de México, el interés en la región Sur representa además “una frontera más con Estados Unidos, con lo que se cubrirá directamente los mercados del medio Oeste y Este” de la primera economía mundial.
En mayo del año pasado, el conglomerado de Larrea experimentó una crisis luego de que el Gobierno encabezado por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo sexenio que acaba de concluir se caracterizó por acciones para fortalecer la presencia del Estado en la economía, expropio tramos de su empresa Ferrosur.
En ese entonces un decreto declaró de utilidad pública y a favor de la empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec tramos de Ferrosur entre Veracruz y Oaxaca, como parte de la continuidad del proyecto estatal Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
López Obrador comunicó días después que había concordado con Larrea reintegrar al CIIT los 120 kilómetros de vías ferroviarias de Ferrosur. Aunque el monto de esta transacción no fue revelado, medios especializados estimaron el desembolso por parte del Gobierno en 9,500 millones de pesos (mdp) por las vías e infraestructura de Grupo México.
Las acciones tanto de Grupo México como de GMXT mostraron pérdidas en la Bolsa Mexicana de Valores en esos días turbulentos, para después recuperarse tras el acuerdo.
