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Durante los últimos años en Estados Unidos el valor total de las viviendas propiedad de los migrantes mexicanos se incrementó como reflejo del aumento en el número de hogares propietarios de su vivienda, así como por la apreciación de los precios de las viviendas. Dicho valor tuvo un incremento de 240 mil millones de dólares, lo que, de acuerdo con el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) pudo haber generado un “efecto riqueza” que, a su vez, incentivó el envío de remesas a México, contribuyendo al dinamismo de tales transferencias.
El informe, realizado por el CEMLA, con datos de la American Community Survey de la Oficina de Censos de Estados Unidos, detalló que este fenómeno se debió a que, en el caso de la emigración mexicana, las oportunidades de empleo y de ingresos han logrado que los migrantes no solo puedan apoyar a sus familiares en México con remesas, sino también a acumular patrimonio mediante la adquisición de bienes inmuebles en Estados Unidos.
Gracias a esto, el estudio reportó que en 2022 en Estados Unidos la población mexicana inmigrante resultó de 10,678,502 personas, mismas que habitaban en 4,509,865 viviendas y de ese número de viviendas 2,420,372 eran propiedad de los migrantes.
Del total de las viviendas propias 1,287,124 pagaban hipoteca; así, el 53.7% de los hogares con población mexicana inmigrante eran dueños de su vivienda y en el 53.2% de tales viviendas propias se pagaba una hipoteca.
La notas del foro de remesas de América Latina y el Caribe, realizado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, resaltó que en este aspecto hay diferencias significativas en el número de viviendas, propiedad de migrantes, que cada estado;
- Nuevo México 73.3%,
- Kansas 67.9%
- Texas 65.6%
Mientras que en los estados de Nueva York y de Nueva Jersey, donde las viviendas son muy caras, los porcentajes fueron de 11.8% y 27.4%
El CEMLA también indicó que la crisis hipotecaria que afectó a Estados Unidos en 2008-2009, generó una disminución por varios años de los precios de los bienes inmuebles. De 2007 a 2012, la mediana del valor de las viviendas propias de la población mexicana inmigrante se redujo, lo que implicó una fuerte pérdida de riqueza del grupo migratorio mexicano. A partir de 2013, el valor de las referidas viviendas inició una recuperación y en 2022 la mediana de su valor se situó en 250,800 dólares.
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