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El gobierno de Cuba disminuyó este lunes la ración subsidiada de pan de 80 gramos a 60 gramos. Desde marzo de este año, el gobierno de Cuba advertía el desabasto del pan subvencionado de la canasta básica por falta de harina de trigo.
De acuerdo con medios locales, Cuba requiere de por lo menos 20,000 toneladas de harina de trigo al mes, solo para producir el pan de la canasta familiar normada. Sin embargo, la isla sólo cuenta con cinco molinos para procesar el trigo: tres se encuentran 0en La Habana, uno en Santiago de Cuba y otro en Cienfuegos que es el único activo, con una producción de 250 toneladas diarias de harina.
Esta situación, además de a la falta de infraestructura, los cubanos se la atribuyen a la confluencia de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y errores en la política económica y monetaria.
El precio del pan también se redujo a poco menos de 1 peso, o un tercio de centavo de dólar, pero aún así muchos cubanos, que ganan alrededor de 15 dólares, apenas pueden comprar pan más caro en el mercado privado.
Cuba además sufre de una falta extrema de combustible y medicinas, escasez que ha provocado una ola de migración sin precedentes de sus ciudadanos hacia Estados Unidos, principalmente.
El pan es de los productos considerados en la cartilla de racionamiento de Cuba, o “libreta”, como se la conoce entre los residentes, este mecanismo fue considerado una marca registrada de la revolución de Fidel Castro de 1959; proporcionaba una lista de productos con grandes descuentos a los cubanos, incluidos pan, pescado, pollo, leche y artículos de limpieza y tocador.
Ahora, en medio de una crisis económica, el gobierno ofrece sólo una fracción de esos productos y, de acuerdo con reportes locales, con frecuencia, llegan tarde, son de mala calidad o no están dentro de la ración mensual establecida por el gobierno.
Sobre este aspecto, la ONU calcula que Cuba gasta unos 2,000 millones de dólares anuales para importar los alimentos que consume. La isla importa aproximadamente el 80 % de los productos que consume y en los últimos años ha cerrado acuerdos con países aliados, como Rusia, para garantizar la entrada de harina de trigo para elaborar pan, un bien básico en la dieta cubana.
Ante la inminente crisis, a principios de este año, Cuba también solicitó ayuda al Programa Mundial de Alimentos para garantizar el suministro de leche en polvo subsidiada para niños, otro alimento básico clave de la libreta de racionamiento cubana que recientemente ha comenzado a escasear.
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