CEESP: sexenio cierra con economía débil y bajas expectativas

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El nuevo gobierno deberá estimular la actividad económica, aunque esto se antoja complicado por la Reforma Judicial, consideró el CEESP.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador concluye con una economía debilitada, un ambiente político deteriorado, elevada incertidumbre y expectativas poco optimistas. 

Lejos de la promesa de un sexenio que concluiría con tasas de crecimiento económico de 6% a finales del periodo y de 4% anual promedio, México cierra con una economía debilitada, con un ambiente político severamente deteriorado, con elevada incertidumbre y expectativas poco optimistas para el corto y mediano plazos”, aseguró en su análisis económico semanal.

Además, “el entorno presenta un nivel de estado de derecho considerablemente debilitado, con altos niveles de corrupción, inseguridad, criminalidad e impunidad, que ya inciden en elevados costos empresariales”. 

LOS RETOS DE CLAUDIA

De acuerdo con el CEESP, para el primer año del nuevo gobierno los especialistas en economía anticipan una tasa de crecimiento de solo 1.5%. 

“La expectativa se eleva a 2.0% para 2026, aunque esto no anticipa una recuperación importante, sobre todo si se considera que el pronóstico promedio anual para los próximos diez años se mantiene en 2.0%”, agregó el organismo.

“Esto sin duda significa —continuó— que el nuevo gobierno tendrá que trabajar seriamente en construir un ambiente que estimule en general la actividad económica, aunque esto se antoja seriamente complicado tras la aprobación de la Reforma Judicial, que la mayoría de los especialistas nacionales, internacionales y gobiernos de otros países, en especial de aquellos que tienen una relación comercial cercana con nuestro país, la consideran un posible obstáculo para la actividad económica”.

De hecho, “el dinamismo de la inversión, principal motor de la economía se deteriora significativa y rápidamente, debido al constante aumento de la incertidumbre como consecuencia, principalmente, del entorno político”.

“La cautela, por esta razón, aumenta considerablemente reflejándose en la debilidad de la inversión, además de fortalecer la posibilidad de perder la oportunidad que ofrece el nearshoring”, agregó el CEESP. 

El entorno para el nuevo gobierno también se complicará por la inminente desaparición de los organismos autónomos, planteada para las siguientes semanas.

Esto implica “que tendrá que trabajar sin todos aquellos órganos independientes, que debe ser claro, no solo representaban contrapesos, también eran los encargados de establecer las mejores políticas económicas para mantener el ambiente de negocios idóneo”. 

Y por último, “la ausencia de un sistema judicial independiente, transparente y que podría llegar a adolecer de la preparación necesaria para lograr un ambiente con certeza jurídica adecuada, que es indispensable para los negocios, es lo que más podría dañar la confianza de los inversionistas”.