Preocupa a Barclays perspectiva económica de México

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Asevera que un recorte en la nota del Soberano dependerá más de la consolidación fiscal que asuma la Administración de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que la incorporación de las reformas constitucionales. El otro punto decisivo es el crecimiento del PIB, “su principal preocupación”. 

Barclays refrendó el miércoles una recomendación de sub ponderar (Underweight) en su portafolio de inversión sobre México, donde destacó los aspectos cruciales que definirían una degradación de la nota del Soberano País, actualmente en grado de inversión.

Resaltó que si bien las elecciones del 2 de junio inyectaron volatilidad a los activos mexicanos, las reformas alentadas por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, “mantendrán en alerta a los inversionistas”.

Sin embargo, Barclays considera “que las rebajas de la calificación crediticia dependerán de las medidas fiscales y del crecimiento económico (este último es nuestra principal preocupación) en lugar de los aspectos institucionales asociados con las reformas”.

En su informe trimestral sobre economías de mercados emergentes, el banco de inversión inglés consignó un pronóstico del PIB de México de 1.7% presentado a principios de esta semana, desde el 2% proyectado en junio.

Para 2025, Barclays estima que el crecimiento del país desacelerará a 1.4%.

El foco del mercado sigue estando en la propuesta de presupuesto económico del próximo año, particularmente en el esfuerzo de una consolidación fiscal por parte de la nueva Administración y el presupuesto que asignará a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Barclays señala que, en teoría, el Gobierno entrante no debería incluir una partida presupuestaria para la petrolera en su presupuesto del 2025, puesto que la empresa debería tener recursos suficientes para solventar sus vencimientos de deuda de ese año, a partir de fondos asignados desde este año fiscal. 

Hasta el segundo trimestre de este año, no obstante, los resultados financieros de Pemex mostraron lo contrario, lo que hace altamente probable que el Gobierno tenga que asignar más presupuesto el siguiente año.

Consolidación fiscal

Barclays considera que el Gobierno de Claudia Sheinbaum podrá alcanzar un déficit presupuestal de entre el 3.5% y el 4% del PIB del 2025 y desde el nivel de 5% con el que concluirá 2024, el mayor en cuatro décadas.

La proyección comprende los proyectos de infraestructura por concluir de López Obrador, con un costo de 1 punto porcentual (pp) del PIB; otros gastos que incluyen los comicios presidenciales del 2024, equivalente a 0.5 pp; las transferencias de gasto del año fiscal 2023 al 2024, de 0.3 pp y el gasto en Pemex, equivalente a 8 pp del PIB.

“Un desafío importante para la nueva administración será la desaceleración económica, pero creemos que esto no impedirá que el equipo de Sheinbaum ajuste la política fiscal en el año fiscal 2025”, aseveró.

PIB bajo la lupa

A lo largo del 2024, la actividad económica de México ha decepcionado a los inversionistas, que habían fincado altas esperanzas ante el nearshoring y el impulso de las exportaciones hacia Estados Unidos.

Para Barclays significó reducir su expectativa del PIB desde su pronóstico original de principios de año de un 3%, el cual contemplaba además un impulso adicional derivado del alto gasto gubernamental de este año.

La economía mexicana en cambio reportó crecimientos trimestrales del 0.1% y del 0.2% en el primer y segundo trimestres, respectivamente, con un avance del 1.8% a tasa anual en los primeros seis meses del año.

La encuesta sobre expectativas económicas de analistas del Sector Privado más reciente publicada por el Banco de México arrojó que el país alcanzará un crecimiento promedio del 2% en los próximos 10 años. 

El propio banco central recortó su proyección del PIB de 2024 desde el 2.4% previo hasta el 1.5%. También ocurrió lo mismo en su estimado para 2025, que rebajó del 1.5% al 1.2%. 

Barclays toma en cuenta además que el crecimiento en el primer año de una nueva Administración es lento. La consolidación fiscal pondría una presión adicional.