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ENTRESACADOS
La fábrica de tequila La Arandina está en las inmediaciones del pueblo de Arandas, donde se elabora gran variedad de marcas, como Tequila Carrera, Casco Viejo, La Gran Señora, entre otras que se comercializan en 24 países.
El conocimiento heredado de don Agustín Camarena facilitó el desarrollo de Tequila Carrera, para ser concebido como un producto listo para su comercialización.
1.- Mauricio Camarena, director general de Tequila Carrera.
2.- La Arandina, fábrica de tequila perteneciente a una dinastía que viene desde 1938
3.- La tierra roja de Arandas posee un nutrido óxido ferroso que le imprime un toque singular a los agaves que ahí se cultivan
Herencia tequilera
La Arandina, fábrica de tequila perteneciente a una dinastía que viene desde 1938 y que ha sabido llegar a millones de paladares, al crear productos con agradables notas de humildad.
Por Raúl Curiel
ARANDAS, Jalisco.– Para producir un tequila de consumo masivo se requieren tres ingredientes: una rica tierra roja, como la de Arandas, Jalisco; un recurso humano con vocación de servicio, y lo más importante, pertenecer a una dinastía milenaria. Sin estos elementos, difícilmente un producto tequilero podrá trascender y ganarse el reconocimiento de exigentes consumidores de esta bebida ancestral.
“Tuve la suerte de crecer en una industria muy rica. Crecí en una destilería operada por mi abuelo (Agustín Camarena Hernández), quien fue el que nos enseñó el arte de elaborar tequila, así como el cultivo del agave, en Los Altos de Jalisco. Posteriormente, mi madre (doña Elena), quien también me guió por este camino y también es un ejemplo a seguir en esta industria. Me tocó transitar por todos los procesos de elaboración del tequila, hasta que mi abuelo y mi madre comprobaran que ya dominaba esta actividad”, expresó en entrevista para Fortuna, Mauricio Camarena, director general de Tequila Carrera.
El empresario recuerda que así se acostumbraba a querer con mucho cariño el oficio de ser tequilero, y comentó que “también crecimos al lomo de un caballo. Estábamos tan chiquillos, que no podíamos ponerle la montura, y solo le podíamos poner el freno; echábamos el brinco encima, y así fue como aprendimos a montar a caballo”.
La fábrica de tequila La Arandina está en las inmediaciones del pueblo de Arandas, donde se elabora gran variedad de marcas, como Tequila Carrera, Casco Viejo, La Gran Señora, entre otras que se comercializan en 24 países, y la lista sigue en aumento, pues actualmente las nuevas generaciones de la dinastía Camarena se abren paso en nuevos mercados, que reciben con agrado sus artesanales productos.
“Trabajé cargando piñas de agave hacia los hornos, también participé en todos los procesos, eso me dio la confianza de abrirme paso en esta industria”, comentó con gran orgullo nuestro entrevistado.
Después de dedicarse durante 18 años al cultivo del agave, Mauricio fue nombrado director comercial nacional y, posteriormente, director de exportaciones. “Somos una familia conformada por seis hermanos, todos involucrados en la industria; de hecho, desde pequeños, mi madre nos hizo que fuéramos socios los hermanos, al ponernos una mesita de dulces, que fue creciendo hasta entender la importancia del negocio”, indicó.
A medida que iban creciendo los hermanos Camarena, las necesidades y las deudas de la fábrica también aumentaban, fue así que todos se fueron involucrando en el negocio, a fin de sacar a flote la tradición familiar, por eso, explicó, “tuvimos que entrarle al trabajo desde muy temprana edad y aportar para la empresa, y así fue como todos crecimos junto con la fábrica”.
¿Cómo surge Tequila Carrera?
El conocimiento heredado de don Agustín Camarena facilitó el desarrollo de Tequila Carrera, para ser concebido como un producto listo para su comercialización. “El conocimiento de mi abuelo, la pasión por el tequila y el cariño de mi madre, inspiraron a crear Tequila Carrera, y el resultado salta a la vista, tenemos un producto que se coloca en cualquier mercado que nos proponemos”, aseguró Mauricio.
La tierra roja de Arandas posee un nutrido óxido ferroso que le imprime un toque singular a los agaves que ahí se cultivan, ese es, quizás, uno de los mejores secretos guardados por tequileros, como nuestro anfitrión, que se dicen privilegiados por las bondades de Los Altos de Jalisco, y al respecto subraya Mauricio que “definitivamente (la tierra roja), nos da un regalo impresionante en el contenido de azúcares en el agave, que también influye por la altura de estas tierras”.
Al recorrer a caballo las inmediaciones de la fábrica y ver el imponente paisaje agavero, también nos percatamos de que parte de la formación de un tequilero es el dominio del equino para apreciar, oler, disfrutar, pero también sufrir las diferentes etapas del proceso de un tequila.
“Fabricamos tequila blanco, reposado, añejo, extra añejo, cristalino y estamos por lanzar un tequila en la categoría dos maderas, que es una edición limitada, ya que es un tequila añejado en barrica de roble blanco americano y terminado en barrica de roble francés, exvino rosado”, detalló el experto.
Como a muchos tequileros, durante la pandemia sus productos tuvieron una alta demanda. “La crisis pandémica se prestó para estar más activos en el mercado; el consumo aumentó de manera impresionante. La palabra agave viene del griego agavus, que significa excelencia y distinción, pero yo le agregaría a la definición del agave, la palabra pasión y otra palabra más importante: México”, concluyó Mauricio Camarena.
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Fotos: Luis Fernando Moreno
