Ve UBS desafíos en México ante elecciones EU; volatilidad del peso seguirá siendo alta

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El banco de inversión suizo dijo que la aprobación de reformas constitucionales en México y la retórica sobre los temas de política comercial y migratoria dentro del proceso electoral de EU seguirán impactando al peso. La actualización de sus previsiones apunta a una paridad que alcanzará los 19.50 pesos por dólar durante el tercer trimestre de este año.

En el informe las relaciones entre Estados Unidos y México, en la cuerda floja, el banco de inversión suizo UBS enumeró los desafíos para la inversión de cara a las elecciones presidenciales de EU y las probables reformas al Poder Judicial del país.

“La próxima aprobación de las reformas constitucionales propuestas por México probablemente mantendrá alta la volatilidad en el peso mexicano en el próximo mes” alertó el equipo de análisis de mercados emergentes en América de UBS en el documento difundido el miércoles.

La acalorada retórica que se ha venido registrando en materia de política comercial y migratoria a medida que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 5 de noviembre, “también podría plantear desafíos para el peso”.

Las previsiones de la entidad financiera apuntan a un tipo de cambio de 19.50 pesos por dólar durante el tercer trimestre del año, que se destensará en torno a los 19.20 hacia el cuarto trimestre. Para el primer y segundo trimestres de 2025, UBS estima una paridad en las 19 y las 18.50 unidades por dólar, respectivamente.

UBS resalta también que los riesgos de deterioro fiscal a mediano plazo para el país han aumentado, y que un cambio favorable para la inversión sucedería a medida que haya “más claridad respecto a las reformas Constitucionales”.

Dependencia

El equipo de análisis de UBS refiere que la alta dependencia de la relación comercial entre México y EU, hacia donde el país envía más del 70% de sus mercancías de exportación, lo hace vulnerable. 

Además, el creciente déficit comercial entre ambos países “podría conducir a una respuesta proteccionista”, destinada a traer empleos y manufacturas de regreso a Estados Unidos, lo que podría amenazar el auge del nearshoring o la reubicación de cadenas de valor en América del Norte.

La revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) en 2026, es otra fuente de conflicto. 

UBS enumeró en primer lugar la incorporación de reglas de origen más estrictas; “una preocupación principal es la interpretación de las reglas de contenido mínimo.  

“A pesar de que Estados Unidos perdió una sentencia del panel de arbitraje el año pasado sobre la interpretación de las normas de origen de la industria automotriz, es probable que presione para una definición más estricta del contenido mínimo durante la revisión de 2026”.

En segundo orden están las políticas energéticas, que califica de polémicas, y donde tanto EU como Canadá expresaron preocupación por el favoritismo de México hacia las empresas estatales en la generación de electricidad. “Estas disputas no resueltas podrían afectar las perspectivas de deslocalización”, advierte.

La entidad financiera también menciona la disputa alrededor de las importaciones de maíz genéticamente modificado de EU, donde México se amparó en un decreto para su prohibición. 

UBS alerta también sobre las reformas constitucionales propuestas por México como la elección de jueces por voto popular y la eliminación de reguladores independientes, lo que podría provocar disputas “con los compromisos del T-MEC y es muy probable que se active un panel”.

Otra preocupación expuesta por el banco de inversión suizo es el creciente interés de China por invertir en México para tener acceso al mercado de Norteamérica.

Refiere que en septiembre del año pasado, México introdujo aranceles amplios del 25% a los productos chinos, que aumentaron al 35% en abril de este año. Si bien los vehículos eléctricos están actualmente exentos, esta excepción expirará en septiembre de 2024.

“A medida que se acerca la revisión del T-MEC de 2026, la narrativa que rodea la influencia de China en México puede convertirse en un tema central.

“La coordinación de políticas con sus socios norteamericanos será crucial para que México mantenga su condición de socio comercial confiable”, aseveró.