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Luis Miguel Quiñonez, campeón nacional juvenil de lanzamiento de martillo, busca recursos para ir al campeonato mundial y construir una carrera olímpica.
A sus 16 años, Luis Miguel Quiñonez ya es el campeón nacional de lanzamiento de martillo en la categoría Sub18.
Para algunos puede ser una disciplina poco popular en México. Pero, hacia adelante, podría acaparar reflectores y más después del histórico octavo lugar que consiguió Uziel Muñoz —aunque en lanzamiento de bala— en París 2024.
Oriundo de Los Cabos, Baja California Sur, Luis Miguel Quiñonez siempre fue un niño inquieto que lo mismo practicaba futbol que patinaje, cuando no escalaba cerros y montañas.
“De chiquito, me acuerdo, si íbamos a un restaurante tenía que ser uno que no tuviera escaleras porque nos traía de arriba a abajo. Siempre estaba haciendo algo; no es un niño que se esté sentado y quieto”, recuerda Miriam, su mamá.
¿Y POR QUÉ LANZAMIENTO DE MARTILLO?
Gracias a la invitación de una amiga, Luis Miguel Quiñonez se inició en el atletismo de manera formal y fue su entrenador quien, gracias a su buena visión, le sugirió intentar el lanzamiento de martillo.
De eso ya tiene cuatro años.
Con solamente dos semanas de entrenamiento, Luis Miguel asistió a su primera competencia y los buenos resultados no se hicieron esperar.
En su primer año en el lanzamiento de martillo se clasificó a los juegos nacionales. Sin embargo, en otra competencia que le servía de fogueo, logró una marca que la posicionó en el primer lugar de categoría.
Y no paró ahí. Para el 2023 rompió incluso la marca de los juegos nacionales.
Esos resultados le permitieron representar a México en los Juegos Deportivos Escolares Mundiales —una de las muy pocas competencias internacionales para su categoría— que tendrán lugar a finales de octubre próximo, en Bahréin.
Solo hay un pequeño detalle.
EL CROWD FUNDING
Karen —hermana de Luis Miguel Quiñonez— ha tenido que combinar sus estudios universitarios con una actividad de la cual, ella misma reconoce, poco conoce: conseguir los apoyos, financiamientos o patrocinios que le permitan a su hermano asistir a su primera competencia internacional.
En las anteriores competencias en las que participó, al tratarse de juegos nacionales avalados por una autoridad local, Luis Miguel Quiñonez siempre contó con boletos de avión y viáticos.
Pero, para los juegos de Bahréin —que, podríamos decir, son “privados” y fuera del calendario de la autoridad mexicana— el joven atleta debe buscar sus propios recursos.
“Como familia, somos nuevos en esto de las competencias y de los viajes”, reconoce Karen.
“Para Bahreiní —añade— la meta es recaudar $140,000 pesos y llevamos cerca de $25,000”.
CONSTRUYENDO EL JUEGO OLÍMPICO
Luis Miguel Quiñonez lo tiene muy claro: su meta es representar a México en unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, también sabe que es una camino que debe recorrerse paso a paso.
“El sueño de cualquier atleta es llegar a los Juegos Olímpicos pero, antes, tenemos que pasar por muchas pruebas. A esta edad, lo que nos indica el camino es ir a este Mundial y prepararnos de la mejor forma para cumplir nuestro objetivo”, explica a Fortuna.
“Yo estoy en la categoría más joven a nivel mundial —añade— que es la Sub18. El único evento que hay para los de nuestra edad es este Mundial; no todos los años se hacen competencias para atletas Sub18”.
¿Qué seguirá después?
Participar en categorías Sub20, Sub23 y Libre, que es la que ya participa en Juegos Olímpicos.
“Este año lo que marca el proyecto es ir a este Mundial y representar a México pero, el plan, es ir a cada una de esas competencias hasta llegar a los Juegos Olímpicos”, insiste Luis Miguel Quiñonez.
