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Mucho power, mucha grilla, mucha saliva de la 4T por la reforma al Poder Judicial y mucho desdén, mucha desidia y mucha impunidad para reformar el desastre que son las Fiscalías en México.
por Enrique Hernández Alcázar
Sin buen juez no hay justicia. Sin buen MP tampoco. El juez deja libre a criminales y se le avienta encima el presidente. La fiscalía no arma bien las carpetas, deja cabos sueltos, no presenta las pruebas suficientes y… el presidente calla como momia.
La semana pasada bastó y sobró para darse cuenta de que no solo el Poder Judicial Federal necesita una reforma a conciencia.
Entre la Fiscalía de Chihuahua que pretendió detener a la mala a un adversario de la gobernadora en funciones, Maru Campos; la Fiscalía de CDMX que actuó con sesgo partidista para “rescatar” a un senador electo; la Fiscalía de Sinaloa que pretendió desmentir con un video dudoso al ‘Mayo’ Zambada para limpiarle la cara al gobernador Rubén Rocha Moya, hizo el ridículo y luego a su titular no le quedó otra opción más que renunciar al cargo; y, para colmo, el acto infraganti de tres agentes de la Fiscalía General de la República, coludidos con otros dos de la Fiscalía en CDMX y un policía capitalina, quienes fueron detenidos por un falso cateo realizado con la intención de cometer secuestro en Nezahualcóyotl, Estado de México.
Urge una reforma profunda al sistema de impartición de justicia en México. Sin duda, a todo el Poder Judicial Federal. Sin duda, a todas las Fiscalías y sus Ministerios Públicos. Sin sesgos, sin venganzas y sin convertir a estas instituciones en botín político o electoral de los grupos que están en el poder. Porque hoy es la Cuarta Transformación, pero en el futuro pueden llegar otros grupos (más destructivos o regresivos) que van a tener el poder sobre los otros poderes para hacer lo que les venga en gana.
Contra Norma Lucía Piña Hernández todo el aparato del Estado. ¿Por qué? Por no ponerse de pie para rendir pleitesía al presidente en Querétaro. Pero eso sí, contra Alejandro Gertz Manero… nada de nada. Solo cariño y espaldarazos a pesar de ser para muchos el Fiscal Personal de la República, el fiscal al que se le caen la mayoría de los casos más importantes.
Y no, no es que Norma Piña se la perfección en toga y birrete. Basta recordar sus mensajes de WhatsApp o su cenita con opositores a Morena. Pero tampoco se puede obviar que en este intento de Reformar a la Justicia Federal (¿por qué no se habla de la justicia local?) los dados están cargados en el tablero presidencial.
Y no, no es que Alejandro Gertz haga todo mal. Pero casi. Este alfil del Ejecutivo no da una en la persecución de los presuntos delincuentes, su equipo arma carpetas deficientes y los casos más importantes de los peces más gordos que AMLO prometió combatir… se caen.
El gobierno de AMLO y los suyos festejan por adelantado que le van a meter mano a la Suprema Corte, a los jueces, magistrados y lo que se acumule en la semana. Que van en contra de toda, todo o tode que trabaje o pertenezca al PJF. Aunque en la realidad, la reforma planteada por López Obrador al Congreso el 5 de febrero pasado no camine. Sí le van a quitar comas y habrá, mínimo unas 100 modificaciones. Así lo adelantaron los legisladores líderes de las bancadas morenistas en el Congreso.
Ese arroz no se va a cocer tan suave, tan fácil ni tan rápido.
Y el que parece que ni siquiera se empezará a cocinar es el de reformar a las Fiscalías. Ahí, nada. No las van a tocar ni con el pétalo de una iniciativa presidencial o legislativa. Al menos, no de aquí al 30 de septiembre próximo.
Veremos si la Dra. Claudia Sheinbaum se anima a reformar la otra parte del sistema de justicia mexicana fundamental para que se haga realidad la promesa que ofreció en su discurso como presidenta electa en el seno del TEPJF:
“Justicia en el sentido amplio de la palabra. Significa justicia social, justicia ambiental, justicia para las mujeres, justicia para todas las personas, y también justicia igual para el pobre, que para el rico; es decir, el pueblo de México también decidió mayoritariamente un verdadero sistema de justicia, que sea igual para todas y para todos los mexicanos”.
Necesitamos que así sea. Y no solo en el discurso. El sistema de justicia no solo comprende a jueces y magistrados. También a las fiscalías y sus MP. Ojalá lo reconozcan. Sin la reforma de una de estas partes, esa justicia en el sentido amplio de la palabra está condenada al fracaso.
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