Las habilidades blandas, clave para el desarrollo de los jóvenes en México

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Frente a la oportunidad histórica que México tiene en puerta con el fenómeno del nearshoring; es decir, la dinámica de relocalización de cadenas productivas, la demanda de talento especializado observa un constante crecimiento y una tendencia ascendente, que, si se canaliza apropiadamente, puede generar las condiciones de desarrollo y bienestar para millones de jóvenes con el talento para integrarse a este nuevo mercado laboral. 

Por Mercedes de la Maza, CEO de Generation México

En los últimos años hemos visto avances en lo que se refiere a la formación técnica, profesionalización y reentrenamiento; sin embargo, existe una brecha significativa que muchos no están abordando adecuadamente: la falta de habilidades blandas. Estas habilidades son igual de esenciales que las técnicas para el desarrollo integral de los jóvenes profesionales. Para entender mejor la problemática, vale mencionar que según un reciente estudio elaborado por LinkedIn, casi 6 de cada 10 empleadores en México considera que la falta de habilidades blandas, también llamadas soft skills, representan un gran obstáculo para la contratación de nuevos empleados. 

Pero ¿qué son exactamente las habilidades blandas? Este es el término con el que se conoce a las competencias que incluyen la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la adaptabilidad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico. Son estas habilidades las que permiten a los individuos interactuar de manera productiva y armoniosa con los demás y adaptarse a diversos contextos y desafíos que se enfrentan en los ambientes laborales dinámicos y cambiantes como los que se presentan hoy con nuevas tendencias como el nearshoring, la digitalización y la automatización. 

Reflexionar sobre este tema cobra relevancia en el marco del Día Internacional de la Juventud, celebrado por la ONU cada 12 de agosto. Es una fecha que nos invita a reconocer a los jóvenes como agentes catalizadores del cambio y a comprometernos a proporcionarles las herramientas y oportunidades necesarias para construir un mundo próspero y sostenible. 

Estamos en un momento crucial para el desarrollo y por ello, considero que la inclusión de habilidades blandas en la formación técnica, ya no puede ser opcional, sino que debe verse como una estrategia fundamental para preparar a los jóvenes de manera integral, ya que en gran medida, de ello dependerá su éxito en la integración al mundo laboral. Según el Foro Económico Mundial, para 2025, cerca de la mitad de todos los empleados a nivel global, necesitarán una recalificación para adaptarse a los nuevos esquemas de trabajo y las habilidades blandas serán esenciales en ese proceso. 

Hay que dimensionarlo claramente y con datos contundentes para entender por qué México no puede apartarse de esa tendencia de formación dual. Según McKinsey, el 67% de los empleadores globales buscan candidatos con habilidades blandas avanzadas; en 2022, el Banco Mundial encontró que los programas de formación que incluyen habilidades blandas aumentan la probabilidad de empleo en un 12% en comparación con aquellos que sólo ofrecen formación técnica. Mientras que en 2023, un informe de la Universidad de Harvard reveló que en promedio, las e??mpresas que invierten en el desarrollo de habilidades blandas reportan un 22% más de productividad y un 25% menos de rotación de personal. 

En este Día Internacional de la Juventud, mi llamado es claro: necesitamos comprometernos a integrar habilidades blandas en todos los programas de formación técnica para mejorar las perspectivas laborales de los jóvenes y contribuir a un México más competitivo y sostenible. Desde Generation México lo hemos comprobado a través de nuestros programas de capacitación, sin embargo, esto requiere un esfuerzo conjunto, entre todos los actores del ecosistema educativo, autoridades y gobierno, porque invertir en el futuro de nuestros jóvenes asegurará que ningún talento se quede atrás. 

También me sumo al exhorto de Naciones Unidas para que reconozcamos a los jóvenes como los verdaderos agentes del cambio que son, y cada uno desde la esfera de nuestra competencia, les proveamos de las herramientas necesarias para su desarrollo, lo que sin duda, se traducirá también en ese México de oportunidades y desarrollo que tanto anhelamos. 

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