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Por Claudia Villegas
Apenas eran las 10 de la noche del domingo 4 de agosto cuando el tipo de cambio del peso frente al dólar ya había tocado niveles muy pero muy cercanos a los 20 pesos. En Asia, mientras tanto, los mercados estaban ya en una vorágine de pérdidas y de temor respecto al futuro, El índice Nikkei terminó con una pérdida superior al 13 por ciento y, de acuerdo con los analistas del mercado de valores se vivió el descalabro bursátil en esa región más grave de los últimos años.
En medio de esta volatilidad, el peso mexicano, el súper peso, se debilitó hasta registrar pérdidas de 2.3 por ciento frente al dólar, considerado el peor desempeño entre las monedas que siguen las agencias internacionales. Mientras tanto, el dólar se debilitaba frente al yen. Para el peso, los tambores de recesión también eran una mala noticia.
La razón de esta debacle bursátil se centra en la posibilidad de que la economía estadounidense se enfrente a un periodo de recesión, que obligaría a la Reserva Federal-ante el escenario de mayores presiones en las fuentes de crecimiento-a reducir las tasas de interés, por lo que los inversionistas globales buscan refugio en los bonos del Tesoro de Estados Unidos y salen del mercado de renta variable.
Si ante las amenazas inflacionarias, la Reserva Federal decide bajar las tasas de interés, los inversionistas no están dispuestos a perder esos rendimientos. Como dijo en algún momento de la crisis más severa de la deuda de Grecia. el ex ministro de Finanzas de ese país, Yanis Varoufakis, el Minotauro Global, volvió a hablar. Y sí, así llamó Varoufakis a la Fed que impone el orden mundial con su política monetaria.
Los países que mantienen comprometidas sus arcas públicas con los deudores internacionales difícilmente pueden escapar del Minotauro Global, cuerpo de hombre, cabeza de toro, que embiste todo lo que encuentra en su camino y comienza por los mercados cambiarios y de renta variable.
A la economía mexicana, la sorprende el Minotauro Global con la firme decisión de reducir el peso de la deuda externa y de ampliar el vencimiento de los pasivos con el corto plazo, precisamente en cinco años, el plazo justo que necesitará el gobierno de Claudia Sheinbaum para seguir consolidando el modelo de transformación de la economía que se sustenta en la red de protección social, en inversión para el desarrollo regional, en el desarrollo de infraestructura estratégica y, por supuesto, en la estabilidad de las finanzas públicas.
La economía mexicana, con una gran dependencia de la estadounidense, tiene que jugar dos variables: mantener finanzas públicas sanas para que nuestra divisa no se debilite, evitar que el ajuste cambiario afecte el monto total de lo que debemos y, por otra parte, lograr que la economía crezca para a que el peso de la deuda disminuya. Así de complicado es el escenario que, durante décadas, ha mantenido sometida a la economía, al mercado cambiario, pero sobre todo al futuro de millones y millones de mexicanos.
En Japón la política ha sido la de fortalecer sus mercados de valores, aprovechando estrategias como el carry trade, donde se toma un crédito barato o con una baja tasa de interés y el préstamo se invierte en otra moneda con una tasa de interés superior.
A su manera, Japón también ha buscado reducir la dependencia del Minotauro global.
Aversión al Minotauro
Los movimientos se produjeron ante la intensificación de las ventas de activos de riesgo y los mercados, incluidas las acciones y las criptomonedas, que se veían afectados por la creciente preocupación de que la Reserva Federal retrasará su política de apoyo a una economía estadounidense en desaceleración. Los inversionistas buscaban la seguridad en los bonos. La repentina apreciación de las monedas con los que los participantes del mercado se financian por medio del carry trade ha dañado la estrategia, que normalmente implica que los operadores pidan prestado a tasas más bajas para invertir en activos de mayor rendimiento, a menudo en el mundo emergente, pero también en mercados desarrollados como Australia. De acuerdo con los inversionistas internacionales, dos son las monedas que se utilizan a menudo para financiar operaciones de carry trade: el yen, cerca de un 3 por ciento, y el yuan chino, un 0.8 por ciento, según Alvin Tan, responsable de estrategia de divisas asiáticas de Royal Bank of Canada en Singapur, la preocupación por el riesgo de recesión en EU es un mal entorno para los operadores de carry trade. La debilidad de los mercados en el verano boreal también puede influir, según el propio Tan que ha sido citado por las agencias internacionales.
Regresa Japón con rendimientos. Al cierre de esta edición, el índice japonés ya registraba una ganancia de 10 por ciento en la jornada del martes, mientras el peso frente al dólar se recuperaba en niveles de 19.13. El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las finanzas públicas del país están fuertes y que contamos con suficientes reservas internacionales. Por su parte, la virtual presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la economía mexicana exhibe la fortaleza necesaria para hacer frente a estas crisis.
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