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Horas antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, se reportaron ataques a la red de trenes de alta velocidad de Francia, las acciones provocaron caos en los desplazamientos y dejaron al descubierto lagunas en materia de seguridad. Cientos de miles de personas quedaron atrapadas en las estaciones.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, dijo que confiaba plenamente en las autoridades francesas. “No tengo ninguna preocupación”, dijo a periodistas en la Villa Olímpica.
Se espera que más de 300,000 espectadores se reunan a orillas del Sena cuando los atletas desfilen por el centro de París en el marco de una ceremonia inaugural que será seguida por miles de millones de telespectadores de todo el mundo.
Personal de seguridad señaló que las sospechas iniciales de los ataques recaían en militantes de ultraizquierda o activistas ecologistas, pese a que no había pruebas.
Por su parte, la fiscalía de París informó que la investigación sería supervisada por su oficina de crimen organizado, y que la subdirección antiterrorista (SDAT), una rama de la policía judicial que suele vigilar a los grupos de extrema izquierda, extrema derecha y ecologistas radicales, coordinaría las investigaciones.
La empresa estatal de ferrocarriles francesa SNCF detalló que los perpetradores habían dañado cajas de señales de las líneas que conectan París con ciudades como Lille en el norte, Burdeos en el oeste y Estrasburgo en el este.
Los ataques coordinados en la red ferroviaria avivan la aprensión antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos del viernes en el corazón de París. Las operaciones en el aeropuerto de Basilea-Mulhouse, en la frontera de Francia con Suiza, se suspendieron brevemente debido a una alerta de bomba.
Los ataques afectaron a las instalaciones de señalización de las líneas de alta velocidad del Atlántico, del Norte y del Este, con incendios provocados por artefactos explosivos, según la SNCF.
El jefe de los ferrocarriles franceses, la SNCF, Jean-Pierre Farandou, dijo que unos 800.000 clientes se habían visto afectados en vísperas de un ajetreado fin de semana para los veraneantes franceses. Miles de ferroviarios han sido desplegados para reparar los daños.
“Este ataque no es una coincidencia, es un intento de desestabilizar Francia”, dijo a la prensa Valérie Pécresse, presidenta de la región de París.
París 2024 ha declarado que está trabajando estrechamente con la SNCF para evaluar la situación. Los ataques dificultarán los desplazamientos a París desde otras zonas de Francia.
El sabotaje ocurrió mientras Francia desplegaba una operación de seguridad sin precedentes en tiempos de paz, en la que participan decenas de miles de policías y soldados para bloquear la capital con motivo de los Juegos, absorbiendo recursos de seguridad de todo el país.
Francia ha desplegado 45,000 policías, 10,000 soldados y 2,000 agentes de seguridad privada para proteger la ceremonia de apertura de los Juegos. Habrá francotiradores en los tejados y drones en el aire. La capital está cerrada para el evento, pero la seguridad en el resto del país es menos.
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