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La calificación está limitada por débiles indicadores de gobernabilidad, un historial de desempeño moderado de crecimiento a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Pemex. Refiere que los resultados electorales señalaron una amplia continuidad política en México, que “solidifican” el amplio apoyo político al partido gobernante Morena, en medio de una gobernabilidad que ya es “relativamente débil” bajo estándares internacionales.
Fitch Ratings dijo el jueves que afirmó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR, por sus siglas en inglés) en moneda extranjera a largo plazo para México en “BBB-“ con una Perspectiva de Estable, que indica que mantendrá el estatus para los siguientes 12 a 18 meses.
En un comunicado emitido desde sus oficinas centrales en Nueva York la agencia de riesgos crediticios indica que la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas y una relación deuda pública a PIB, que, de acuerdo con sus criterios, se mantendrá por debajo de la mediana “BBB”, esto es, un escalón más arriba de acuerdo a su metodología.
“La calificación está limitada por débiles indicadores de gobernabilidad, un historial de desempeño moderado de crecimiento a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Pemex y crecientes rigideces presupuestarias”, acusó. Fitch pronóstico un déficit fiscal para México de 4% sobre el PIB para 2025, desde el 5.4% de este año, pero encima de la meta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de alcanzar el 3%.
Entre sus argumentarios de reafirmación refiere que la virtual presidenta electa de México, del partido gobernante Morena y aliados, Claudia Sheinbaum ganó las elecciones presidenciales del 2 de junio “de manera aplastante” y que con el 59% de la votación definitiva, el mayor margen de victoria en una elección presidencial mexicana desde 1982, se convirtió en la primera mujer presidenta de México. “Los resultados señalan una amplia continuidad política y solidifican el amplio apoyo político de Morena”, dijo.
Además, Fitch resaltó las supermayorías alcanzadas por Morena y aliados en el Congreso. “Estos resultados han alentado el impulso del presidente saliente López Obrador para impulsar 20 iniciativas de reforma constitucional, que se presentaron en febrero de 2024. Su objetivo es presentar seis de ellas (incluida la reforma judicial) al Congreso para su aprobación en septiembre, el último mes de su mandato”, refiere.
El paquete de reformas constitucionales incluye modificaciones al Poder Judicial y la propuesta de elegir por el voto popular a magistrados, magistrados y jueces de distrito locales en la Suprema Corte de Justicia.
“Creemos que estas reformas en general afectarían negativamente el perfil institucional de México, pero es demasiado pronto para evaluar la gravedad potencial antes de su aprobación e implementación”, mencionó Fitch. La gobernabilidad de México ya es relativamente débil, con el puntaje del Indicador Mundial de Gobernanza del Banco Mundial en el percentil 32, que está muy por debajo de la mediana “BBB’” del percentil 58, advirtió la calificadora internacional.
Metas incumplidas
Fitch anticipa para el 2025 un déficit presupuestario general del 4%, desde su estimado del 5.4% de este año y contar al de 3.6% de 2023 y alejado del promedio del 2% del PIB entre el 2015 y el 2019, esto es, el primer año del gobierno del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador.
El presupuesto de 2024 incluía un déficit fiscal del Sector Público no Financiero superior al 5% del PIB, el punto más alto en más de tres décadas. “La administración entrante heredará un déficit significativo causado por el aumento del gasto social y los mayores costos de endeudamiento”, resaltó la agencia.
También alertó que si bien la administración entrante apunta a reducir el déficit a niveles consistentes con una trayectoria estable de deuda sobre el PIB, “persiste la incertidumbre sobre cómo y con qué rapidez se logrará esto, lo que tal vez solo se vuelva más claro una vez que se proponga el presupuesto para 2025”.
Fitch también ve una menor actividad económica desde 2024 cuando el PIB desacelerará del 3.2% del 2023 a 2% y “antes de caer aún más a 1.8% en 2025”.
Fitch espera que una combinación de una economía estadounidense más lenta, una postura fiscal más estricta a medida que la nueva administración asuma el cargo y una postura de política monetaria restrictiva resulten en una ligera desaceleración del crecimiento el próximo año.